Entonces, ¿cómo explicar la obcecación de los funcionarios públicos británicos en impedir cualquier medida humanitaria que prolongase la vida del niño según las creencias de sus padres? Sólo se puede desde la fatal arrogancia, como explicó Friedrich Hayek en su obra homónima, de los que se consideran altivamente poseedores de la verdad absoluta, en este caso en el plano moral. (S. Navajas, en Libertad digital)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
30 de abril de 2018
Hemerotecas
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