Mientras que para los católicos el concepto de libre albedrío constituía un pilar básico de su doctrina, para los protestantes el destino de los individuos estaba sólidamente prefijado. Por eso sostuvieron, por ejemplo, que solo ellos estaban destinados a dominar el mundo, mientras que estaba escrito que el Imperio español era una aberración destinada a autodestruirse. Ellos eran la luz, los otros la oscuridad. (R. Colom, en su blog y a propósito de Imperiofobia.)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
22 de marzo de 2017
Siempre lo hemos sabido
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