7 de junio de 2016

Filosofia del lenguaje del paseante

Una proposición que incluya un nombre sin referencia no es susceptible de verdad, por lo mismo que tampoco es susceptible de falsedad. El sentido del lenguaje depende de ese reconocimiento, y quizás de la admisión social de la referencia como ostensión del nombre. (Que la referencia es social se observa para cualquier aprendiz de una lengua extranjera. Mesa, table. La escuela representa un excelente microespacio social al respecto.) Ahora bien, débese determinar el régimen de verdad de las proposiciones matemáticas, sin referente mostrable. Que la necesidad y certeza de esas verdades se determinen por una comunidad de matemáticos no empece en absoluto el carácter finalmente platónico de los objetos matemáticos. Una sociedad de matemáticos no equivale a un simposium en el que se debate del bien y la virtud en general, del amor y de la amistad, de los deberes hacia los padres, etc. Ocurre que en estos casos la relatividad sociohistórica de las referencias no obsta para la evidencia de un aire de familia en las distintas definiciones. Algo muy diferente de la identidad y perspectiva eterna de los juicios lógico-matemáticos..

No hay comentarios: