*Cito:
Pensamos que la comparación entre la sabiduría de Jesús de Nazaret y la sabiduría cínica, tal y como lo ha planteado el Jesus Seminar, sitúa la figura del Nazareno en el ámbito de la izquierda socrática (cínica), evitando colocarlo como casi toda la tradición en la derecha socrática (platónica). Ello se debe sin duda al loable intento de separar el cristianismo originario o nazareno del posterior cristianismo eclesiástico, con sus componendas platónico-idealistas y su dualismo clásico tradicional. Se ha tratado así de corregir al Jesús idealista e idealizado por la tradición cristiana en nombre del Jesús real y realista, marginal y radical.**Por su luminoso carácter reproduzco el párrafo donde aparece la palabra, en el artículo de El País:
Propongo una salida airosa, tan vieja como nueva, a un lugar de encuentro y reencuentro, en cuyo ámbito, medium y trama poder rehacer nuestro invertebrado lienzo nacional: el lenguaje hispanocastellano. No se trata, en efecto, de la lengua o idioma meros, sino de algo más: el lenguaje cultural o interlenguaje, un lugar limítrofe de transición y transducción (traducción), un espejo metanarcisista, un eje del mundo, un signo en rotación e impansión/expansión, un centro descentrado y recursivo, un alma o ánima cultural a cuyo través y dialogía poder reanimar, sin animosidad, nuestra desmantelada alma desgarrada, nuestro ser interlingüístico, nuestro apalabramiento radical (sin el que el Parlamento sería pura especulación y fantasmagoría intransitiva).
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