¿O es que son interesantes los rostros de hombres y mujeres en su mayoría de avanzada edad cuando muestran el cansancio y la extrañeza que los años, y la situación que ahora viven, quedan fijos como en una máscara intercambiable? Sí, nuestros rostros son tan intercambiables como los trípodes de acero con ruedas y ganchos de los que cuelgan esas bolsas milagrosas, transparentes, y unos tubos flexibles que se hunden en tu pecho o en tu brazo. ("Goteros", I. Carrión, en su página)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
25 de noviembre de 2015
Escribe el maestro
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