La vida de los pueblos del interior de las zonas turísticas costeras, yo vivo en uno de ellos, no está tan extinguida como se podría pensar. Hay bares abiertos, con actuaciones musicales en vivo y si no con karaoke, torneos de futbito en las plazas, justo enfrente del parque de la iglesia de arriba. En la calle principal me cruzo con ese hombre, leyenda viva y memoria del sitio, desde antes de 1975 y hasta ahora, maestro, alcalde, juez, poeta... Se le ve cansado, enviudó no hace mucho, o serán mis ojos los que están un poco cansados. Pero sí, en los pequeños pueblos aun hay vida, incluso un sábado por la noche en agosto.
Ps. Julio de 2019. Este hombre murió hace poco.
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