Schmitt considera que el contrato social, si se le quita el barniz liberal reteniendo su concepto central de volonté générale, implica que el Estado verdadero según Rousseau solo existe donde el pueblo es tan homogéneo que domina la unanimidad en lo esencial. Por lo tanto según el contrato social no puede existir en el Estado ningún partido, ningún interés especial, ninguna diferencia religiosa, que separe a los hombres. (jotdown)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
26 de julio de 2015
De Robespierre a Hitler
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