22 de enero de 2014

Orwelliana más que menos (de la virtud ejemplarizante sive moralidad pública)

Para el dirigente comunista todos y cada uno de los seres humanos son iguales, aunque algunos en especial, entre los que él se incluye, más que otros. (De esta incoherencia en la razón y falta de vergüenza en la conducta procede o se justifica el vicio en el otro extremo, en el ideal de la libertad al modo del mercado. De esta pinza entre farsantes se origina, a su turno, ese bronco y a veces ruidoso entusiasmo revolucionario que lo acaba fiando casi todo a la fe en las guillotinas. De cuyo filo nada se puede esperar más que destrucción.)

No hay comentarios: