17 de enero de 2014

Lecturas, ejemplaridades

Estoy leyendo ahora a Juan Linz sobre por qué se rompen los regímenes democráticos y él dice que es cuando se pierde la legitimidad porque los ciudadanos ya no creen que se haga política por ellos. Eso es lo que tenemos que evitar. Y requiere que nos creamos lo que hace el árbitro. Si, como en Inglaterra, todo el mundo cree que la Justicia funciona, pues aunque una cosa no te esté favoreciendo no piensas que es porque te engañan. (L. Garicano, en El Mundo)
A mí lo que me sorprendería es que con la baraja neoliberal, mediante esa forma de contrato social sumamente fundamentado en las cláusulas en letra minúscula, se obtuviera algún tipo de legitimidad. Arte de trilería. 

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