29 de noviembre de 2013

Trabajos

A veces no sabe uno ni qué ni pá qué. Lo único, que no somos ni finlandeses ni coreanos. Para mal, y puede que para bien. No sé. Por fin viernes. De vez en cuando, cada cuatro o cinco años, acabo un libro. Ayer, el de Susan George sobre la derecha laica y religiosa estadounidense, El pensamiento secuestrado, y el de Sebreli, El olvido de la razón. Pero los libros, los escritos por otros, nunca acaban. Quizás yo alguna vez me atreva a escribir algo. Pero para ello debería ser mejor persona y, sobre todo, tener más constancia. Sucede, sin embargo, que tanto para lo uno como para lo otro me pilla ya algo mayor.

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