28 de diciembre de 2011

Acción y reacción

La colectividad de ciudadanos ha acabado olvidando las condiciones del contrato original. Pidió para sí, en su inmensa mayoría, el derecho pero no la obligación. Entendió que la libertad solamente estaba en otro, así ella podía seguir gozando del privilegio de recibir gracia y felicidad. Demasiado tarde se ha dado cuenta de que el demonio (das Kapital) laboraba a lomos de su olvido y desentendimiento.

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