18 de junio de 2010

Oh deber, luz tenebrosa

Tengo que reducirme al mínimo, rebajarme, admitirlo todo. Ad maiorem gloriam propositionis.

***

Ayer estuve por soltar, venía algo a cuento, el epitafio rilkeano de la rosa. Reprimí los labios y me guardé para mi lo que no entiendo. De paso no profanaba la belleza de la palabra del que muere. Yo también soy capaz de buenas acciones.

No hay comentarios: