(Un fingimiento) Desde hace un tiempo sé que tengo que confesar, hacer una lista con deberes y haberes que no me deje en el peor de los lugares. Os lo debo, a los defraudados y los idos. Lo sucedido ya no tiene remedio, pero no renuncio a la esperanza de algo de luz entre tanto error. Soy de los que piensan que los campesinos saben cómo contener el terreno, aprovechar la pendiente, y la última gota de agua y de sol.
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