20 de diciembre de 2024

Se abomina de esa species cívica que inunda los fines de semana las ciudades amadas, levíticas y pecaminosas. No hay manera de andar por calles ni por plazas. ¿Por qué los demás se empeñan en molestar? Eso es, de más. No creo que los libros de Agustín aminoren esta penosa impresión, aunque siempre es grata la condena de ciudades erradas.


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