Con respecto al gris, si de metales tratamos, no se hace presente en la fuga horrorizada hacia el futuro, mirando en cada momento lo sucedido, como querría la imagen compartida del pintor y del pensador. Esto es secundario. Su carga intolerable se vuelve consciente en el vuelo hacia arriba. Lo que debía ser liberación y retorno a la patria de la verdad transmuta en el espanto de la falta de cuidado, soledad sin asideros de quien funda y se ha quedado sin fundamento. Pues los posibles cimientos hace tiempo que ya están arriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario