De jóvenes fuimos miserables. Quizás ignorantes. Sí, paradoja Quizás la maldad y el no saber sean lo mismo, y la raíz del pecado esté en no comer del árbol. El arrepentimiento llega demasiado tarde, con la experiencia. No sabemos a quién reclamar para que la experiencia esté ya dada de antemano, grabada en el cerebro o en una extendión suya. Qué útil sería ese invento!, una unidad de experiencia externa, ahí a la mano, cabe nosotros...
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
11 de octubre de 2020
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