28 de abril de 2019

Idiotecia

Todavía se recuerda aquel comentario ridículo que, lanzado al mundo, inocentemente, sonaba a pretencioso. Aunque no tuviera esa intención. Más bien al contrario. Pero suscitó la burla. Y sin embargo... Porque la intención primera era una proclamación de humildad en la derrota, en un momento de frustración, de (no) reconocimiento del fracaso. Si es verdad que cuando se dice algo hay por ahí una jerarquía de intenciones... Al cabo todo esto es un poco ridículo e hiriente.

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