...el ser es la cadena, alguien te ha dado la vida y tú se la darás a alguien. Por eso el otro es necesario. El ombligo es una señal inequívoca de que el otro es un bien y el sexo te enseña que tú también puedes ser un bien y hacer lo que otro, tu madre, hizo antes por ti. Estamos todos enganchados, somos la cadena humana, el individuo cree que nace solo y muere solo, pero no es así... (M. Azurmendi, en El Mundo)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
13 de abril de 2019
Hemerotecas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario