5 de diciembre de 2012

De estos días

Para conservar la serenidad en estos tiempos se necesita el refugio de la cultura, de los libros, aunque se trata de libros del pasado que establecen ya la crónica del fin de la cultura de los libros. Eco, McLuhan y toda esta gente de los 60. Ellos podían ser no marxistas. ¿Podemos serlo nosotros?

Inmediatamente caes en la cuenta de que la serenidad también se alcanza con una adecuada comprensión del mundo. Los libros sirven por lo que informan. Quieres conocer no solamente la crónica de la destrucción del mundo, de un mundo, sino las fases de la sociedad y el espíritu que han propiciado este resultado presente. Para cocinar este plato hay que volver atrás, siempre más atrás, y luego regresar al presente. Acabar concluyendo que la historia es algo así como un destino o destinación. Si se dice con palabras alemanas mal traducidas, mejor.

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