28 de diciembre de 2012

Tour de force

Se ha hablado del “milagro griego”. Para la Ciencia hay también un milagro en los años 1620 (sic). En esos años se sustituyó la Física de las cualidades por Física cuantitativa; el Cosmos jerarquizado, por un universo “indefinido”, constituido por fenómenos equivalentes y, a menudo, sin finalidad, y el mundo sentido de la percepción inmediata, por el mundo pensado del matemático, prolongado gracias al microscopio en un más allá de la percepción. Nada de todo eso ha caducado aún. Pero todo era entonces nuevo, y para descubrirlo hizo falta una verdadera revolución. (Lenoble/Belaval, en el vol. V de la Historia general de las ciencias dirigida por R. Taton, Orbis, 1988, p. 214).
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