14 de septiembre de 2011

Vivir de prestado

De más está decir que a la maldita laxitud, a la ponzoña del abandono, le pueden ir dando, y que me quedo infinitamente con el disparate de tu risa a deshoras, tan azul como el lugar donde habitas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las risas a deshoras nos existen, siempre es hora de reir.

Anónimo dijo...

Ya, pero siempre es mejor fuera de contexto, cuando de alguna manera se rompe algo. El hielo, la tensión, o cualquier objeto. En eso se basa la comedia, ¿no?