14 de septiembre de 2011

Atmósferas

Hace una hermosa noche de mediados de septiembre. La luz roja de un helicóptero con un ronroneo bronco va por el cielo contra el fondo de estrellas blancas. Los grillos todavía no se han ido. La luna amanece por levante, compitiendo con el otro. Así que entro en la casa, abro la ventana del salón, a ver si se me va esta absurda tristeza.

No hay comentarios: