2 de mayo de 2010

Un sueño

Voy andando por una pendiente muy pronunciada y resbalosa. Hacia arriba, el cielo. Hacia abajo, el mar, creo recordar. Yo avanzo, en paralelo a la línea del mar, apoyando los pies en unos huecos ad hoc. cada vez me cuesta más seguir la marcha, que no sé a dónde me dirige. Temo caer, el ascenso es imposible. Intento volver atrás, pero tampoco. Pienso ahora que, con muy pocos elementos, el ser humano se describe. Necesita escasos elementos materiales (mar, montaña, cielo, ¿camino?) para concretar lo inmaterial. Todo lo cual sucede mejor a sus espaldas, desterrado de la conciencia (luz diurna).

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