15 de mayo de 2010

Sábado tarde

Viento, calor, ansiedad. Hay unos dorados magníficos en el campo. Me da pereza detener el coche y hacer una foto. Luego no sale lo que uno se piensa, además.

Veo por la carretera, cuando voy hacia allá y cuando vengo, a un hombre pequeño y viejísimo (Dominguito). Un solitario, que se quedó con el diminutivo desde el principio (por la estatura). Era este hombre muy amigo de A*** el del tío L***, otro solitario. No sé si vive o muere.

No hay comentarios: