Es evidente que en las sociedades democráticas el interés de los individuos, así como la seguridad del Estado, exigen que la educación del mayor número sea científica, comercial e industrial, más bien que literaria. (DA, II, cap. xv)
Formación profesional y democracia. Se podría dar el caso de una ciudadanía culta y cruel a la vez, si esta no tuviera los medios para subvenir a sus necesidades. De ahí el remedio propuesto por don Alexis, o Alejo.
Pero el derecho a las humanidades, elitistas, queda salvado.
También sabemos de la efectiva realidad de una élite culta y cruel, que hace de sus artes liberales medios de distinción frente a los serviles. [Lo mecánico se traslada a los sujetos, que así quedan desalmafos.]
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