- ¡Quiquiriquí! Cúmplase el destino; hágase en mí según la voluntad de los imbéciles. (Clarín, "El gallo de Sócrates")
El gallo apedreado por Critón, al mismo. Era este discípulo tonto e idealista de Sócrates, e incapaz de entender que el maestro condenado hablaba por parábolas cuando salió con aquello del sacrificio a Esculapio. (Vid. A. Reyes, "Sócrates", 1957, de donde tomo la referencia.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario