Los 4 jinetes de la militancia atea, Dawkins, Dennet, Harris y Hitchens, promueven la idea de que la religión es algo describible como una “infección memética”. Para ellos, las creencias son el resultado del adoctrinamiento, un artefacto cultural. Pero cada vez conocemos más estudios que nos muestran que eso no es así. Las doctrinas particulares se adoptan culturalmente, pero nuestro cerebro es un cerebro religioso. Está hambriento de transcendencia. La religión forma parte de nuestro hardware, está en nuestra naturaleza. Y estos estudios apuntan a que la religión nos aporta unas ventajas psicológicas y sociales que valdría la pena volver a valorar. (T. Giménez Barbat, 2013)
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7 de junio de 2015
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