13 de octubre de 2014

Siguiendo con lo anterior:
El Templo del Pueblo, una extraña secta que mezcla el protestantismo con ideas de lucha racial, resurrección de los muertos, espiritismo e incluso algún elemento marxista, fue creada en los años cincuenta por el reverendo Jim Jones, y consiguió un número relativamente amplio de adeptos en el estado norteamericano de California. (...) Aunque la secta religiosa se declaraba pacifista, informes procedentes de Guyana hablan de la existencia de un importante depósito de armas en la comuna. El reverendo Jones, de 48 años, fue descrito como hombre dotado de gran carisma y hábil predicador. La mayoría de sus adeptos eran negros y muchos de ellos exconvictos recién salidos de la cárcel o veteranos de la guerra de Vietnam. (...) Jim Jones predicaba una futura guerra racial, se llamaba a sí mismo marxista y aseguraba haber resucitado con sus poderes a cuarenta personas. A sus servicios religiosos en San Francisco asistían unas 5.000 personas, en su mayoría de raza negra.
Y así sucesivamente. El texto de El País lo firmaba Juan González Yuste, ya desaparecido, y que fue uno de los que estuvo en el parto del diario en 1976.

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