Diego Llorente no pudo acompañar a la expedición del Castilla de regreso a Madrid. El defensa central, convocado hace unos días por Carlo Ancelotti para jugar ante el Valladolid, se quedó ingresado en el hospital Josep Trueta de Girona, con un traumatismo craneoencefálico moderado. La historia no pasaría de una simple desgracia si no hubiese venido acompañada por otro detalle que rozó el absurdo: la expulsión del doctor del Castilla por intentar atender con la mayor diligencia a su futbolista. (El Mundo)El absurdo lo rozaría, porque lo que es la línea de la gilipolhez se rebasó con amplitud.
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11 de mayo de 2014
Estolidez
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