15 de octubre de 2011

Uf

La erudición me destroza. Ahí, tan encuadernada...

Cualquier cosa que oigamos llega a destrozarnos.

No invento, no tendría fuerzas.

Sobrevivientes, inercias...

Quien escribe a solas (con su alma, con su falta de dioses), ¿tendrá fuerzas para sacar de sí un mundo, un mundo al mínimo?

Páginas de D. Antiseri, La Viena de Popper, acerca del antiplatonismo (¿más que justificado?) de Hans Kelsen y Karl Popper.

No he salido hoy a correr, como pretendía y necesito para sobrellevar/me.

No hay comentarios: