Vivo en un país de agua, no solo por las fronteras, la cantidad de ríos, lo que llueve durante 9 meses del año, sino porque el agua se convierte en número, en estadística de la economía, en fuente de estudio.
Yo vivo en casi lo más desértico de un país que medio lo es (desértico y país), sus fronteras son montañas, llaman ríos a cauces medio secos, no cae una gota durante milenios y la falta de agua es fuente (sic) de conflicto interregional. Bueno, yo vivo en un recóndito valle almeriense (donde cuando hace hace un frío de mil demonios) e igual mi memoria y mi piel ya van sesgadas. Sobra decir que yo, que soy persona agradecida, amo a mi provincia, igual que amo a las otras.
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"Hermoso, muy hermoso, hermosérrimo." Javier Krahe dixit.
1 comentario:
¿Y si nos encontramos en el medio? ¿No estariamos igual de inconformes, a pesar del agradecimiento?
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