3 de enero de 2010

Interviews

(Entrevista a Chacal en el diario El país) No sabría uno si es correcto hablar de la miopía del fanático, de su vista corta, de su estrechez de miras (en el espacio, en el tiempo, en las consecuencias). Seguramente eso ocurre (el no poder juzgar uno, el no decidirse, el angustiarse en la evaluación) a causa de un defecto en el juicio, ligado al funcionamiento (incomprensible, inefable) de las palabras (ajenas, y en ocasiones también de las propias). A veces pasa, sin embargo, que se ve demasiado bien o que se piensa de otra manera: y se imagina que no le falta amplitud de miras al ideólogo o al ejecutor de la ideologías, que ha mirado (él) con ojo de águila y ha dicho sí a lo que ha visto; que lo va a implementar, si puede, con metódica de serpiente. A los demás les puede parecer una pesadilla, a él no. Ratio ancilla.

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