En el principio fue el orden.
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Lejos la funesta manía de desear, de darle demasiado gas al conato.
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(AE, E/O) Me gusta el libro del malfamado periodista sobre el río y el mundo. Y la dialéctica de las dos partes, la positiva y natural y la destructiva por mor del oficio del hombre. Es decir, lo que viene antes y lo que viene después de las fotografías.
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Al final nos reducimos a unos pocos autores, casi ninguno recomendable. De ninguna manera nos convertimos en especialistas, pues falta fondo para eso. Buscamos asideros y cantera para una ontología doméstica.
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