Si una biblioteca es una ciudad, si los estantes las calles y los libros las casas, habrá quien impropiamente escinda (¿multiplique?, ¿complique?) su ciudad en el espacio. (Pero las mismas ciudades son diferentes en el tiempo, no en el espacio. La diferencia en el espacio hace pensar en mundos posibles, lo cual trasladado al drama personae hace pensar en la locura, o por lo menos en un desajuste en la vida social.)
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