4 de noviembre de 2019

Hemerotecas

No hay solución. O se llama Ulster. Entre independentismo y constitucionalismo no queda mejor solución que esa conllevancia sin amistad. Solución sin ganadores ni perdedores absolutos. El resto es enfangarse en un terreno de riesgo extremo y/o dinamitar el espíritu del 78. La situación es asquerosa y no me extraña nada la historia de nuestras discordias inciviles. Porque la conllevancia parece ser también el remedio para el bloqueo político electoral. Hispania divisa.

No hay comentarios: