Creemos que despreciando nuestro pasado campesino nos desprendemos de él cuando la realidad es que nos volvemos más pobres, más indefensos ante la naturaleza, más vulnerables a esa intemperie de la que huimos como de la peste apiñándonos en unas ciudades que cada vez se parecen más a aquel fuerte de frontera desde el que contemplaba con miedo el desierto de los tártaros el protagonista de la novela de Dino Buzzati. (J. Llamazares, en Babelia, acerca de un libro de M. Badal sobre el campesinado.)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
13 de enero de 2018
Hemerotecas
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