2 de septiembre de 2020

Ni encuentro nada más sagrado (diferenciado, trascendente) en la normalidad que la intendencia doméstica. El resto, en particular las disposiciones normativas, se presta a la infamia. En el tránsito de la labor a la vida activa nos hemos degenerado. Rousseau lleva razón, aunque sea por oscuros recovecos de la mente o de la historia. Keith Jarrett entra por derecho propio en el ámbito de lo-que-merece-la-pena.

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