12 de junio de 2018

Hemerotecas

A diferencia de Francia y su Revolución, del jacobinismo implacable que hizo de nuestros vecinos una nación fuerte, culta, unida y respetable, España perdió la ocasión, no sólo en ese momento, sino muchas veces después, incapaz de superarse a sí misma, insolidaria y dispersa. Siguió en manos de curas y espadones, de monarcas incapaces, de oportunistas periféricos y centrales. Y nunca tuvo el coraje de enfrentarse a sus difíciles realidades. (Pérez Reverte, en El Semanal)
Espénglerez admite que aún podría soportar una socialdemocracia jacobina, pero no "la cosa que hoy". Un enemigo que no menoscaba su dignidad, y no esta traición con patas.

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