Sostiene mi reaccionario: Mientras antes aceptemos que el futuro de Cataluña/Catalunya es ser la Bélgica del sur, mejor. Eso que llevamos ganado. La civilidad pasa por ese divorcio en la patria común. Lo cual incluirá, más pronto que tarde, dos realidades lingüísticas y educativas. Otra vía, la sacralización del conflicto, no conduce en principio más que al Ulster del sur. Mejor el mutuo acuerdo, cuando la amistad está rota y el abismo consolidado...
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