1 de agosto de 2012

Cartesiana

(Construcción hiperagnóstica del yo) Soñamos nuestra muerte. Investigamos. El episodio preliminar, del que salimos, aunque no logramos recordar el momento del desmayo. El último, luego, el del final. Pero lo sabemos, después, desde fuera, ¿en qué lugar?, nada más que a través del sueño benéfico, sin el concurso de ningún dios. Así, soñando mi muerte, supe que yo era.

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