Hoy de menú tenemos Witt a la psicodelia:
-Si hubiera un fluido rosa, aunque no hubiera un lado oscuro, ¿cómo podría haber un fluido rosa, dado que hay un lado oscuro?
-Mierdra!
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
Hoy de menú tenemos Witt a la psicodelia:
-Si hubiera un fluido rosa, aunque no hubiera un lado oscuro, ¿cómo podría haber un fluido rosa, dado que hay un lado oscuro?
-Mierdra!
Es raro, sí, pero para rarezas las de la vigilia. Esa ministra que parece tan orgullosa de decretar, entre aplausos de los suyos, el fin de la presunción de inocencia me da más miedo que los piratas. (elcafedeocata)
I. B. Composición de una memoria autobiográfica por/con la mediación de proyecciones autoficcionales en el cine, el teatro, la escritura. También median otros, a través del cine. Bille August, Liv Ullmann. .
Mentalidad dispersa, desatenta. Ni en lo doméstico se guarda el orden. Es decir, la sucesión de los actos. Sin tiempo no hay inteligibilidad. Habrá intuición, pero eso concierne al dios, dictaminó Inmanuel K. Así que, al mismo tiempo, imagen y letra. Lo cual es aval de un pronto olvido. (El enfermo mira de vez en cuando la tv, (h)ojea un libro.)
Gélido lugar laboral. Infecciones consiguientes. Las mejores intenciones, de B. August. La familia de I. B. Pobreza y culpa, clasismo y resentimiento. Un verano con Mónica, amores y frustraciones de juventud. Una trascendencia en do menor.
Un viaje rápido a Gr. Termino Linterna mágica. La urbe bella rebaja el ánimo, aunque luego el paseo tonifica algo. Viene bien, si bien la cosecha libresca ha sido pírrica.
En este soberbio documental sobre la música de la isla bendita y trágica, ninguna palabra es política. Lo son las imágenes, de una belleza radical y desoladora. No hay amor verdadero que no se acompase con la piedad por la decadencia de los cuerpos, físicos y políticos. No hay hermosura sin melancolía.
(La justicia se vuelca en clemencia, eso nos demandan los cristianos.)
El límite de la sinonimia imperfecta es la contradicción de los mensajes, y la imposibilidad comunicativa.
Para los que no viajamos, por inercia o desconocimiento, Italia es un apriori: cine, música, paisaje, historia. (No hay proyección geopolítica sin prejuicios.)
Se discute la conveniencia de dar voz por escrito al mal. Materias de los límites de la libertad expresiva, y el dolor y la piedad. Uno no sabe nada.
IB, con 14 años. No es mal plan lector. En 1932 y en 2025. Aunque la lectura no avala un existir contento.
La infancia y juventud del director sueco, nada edificantes. A mí no me parece extraño que una vida así requiera un vuelco teológico.
Por buscar una referencia sobre una censura de Lisístrata hay que remontarse a 1955, cuando el ministro de Comunicaciones del Gobierno de Estados Unidos la emprendió contra la obra. Entonces, el periódico Daily Worker, del Partido Comunista de EE UU, comentó que el supuesto peligro de la obra podía estar en que el deseo de paz de Lisístrata se contagiase entre las mujeres del país cuando el Gobierno estaba embarcado en la carrera de armamento nuclear. (En El País)
O la verdad ética es la piedad o no hay verdad. Concierne a los padres, y también a los animales. Al ser dado y al ser dependiente. Sin conversión no hay piedad.
Alguien escribe un libro y miles de años, o páginas después, culmina la historia afirmando que ya es capaz de escribir el libro, que es y no es el libro que hemos leído. Dado que quien narra no es autor. (M. P., pero vale de la existencia en ge eral. Nunca se igualan los puntos de vista.)
Bajón físico-moral.
M. P. :
... nuestra personalidad social es una creación del pensamiento de los demás.
Vuelve el horror intolerable, si es que se había puesto a descansar. Espanto y maldad sin medida.
Lunes. Trabajo. Llueve. El malestar de siempre. Páginas de Nabokov on Proust. Anoche, Dr. Faustus. Desorden.
Leo por ahí que la pandemia (cinco años ya) nos hizo mejores. Para nada. Tuvimos miedo, fuimos responsables y entendimos la necesidad del encierro. Esto se pudo aprovechar, sacar consecuencias. Una de ellas es que el cuerpo de arcontes puede confiar en la mentalidad guardiana, en el superyo o con el garrote, de la buena ciudadanía general.
Solo cabe pedir piedad y perdón después de los chispazos de la memoria. Eso de que un solo Dios puede salvarnos.
"Esto es un cuerpo que tiene un límite, tiene los días contados. Desde que naces, empiezas a morir, a descontar los días. Entonces, te vas apegando a las cosas, cosas que no puedes controlar, te vas apegando al dinero, al amor por los hijos, la mujer, los bienes, las casas... Pero no he visto un féretro con un camión de mudanza detrás, no te llevas nada. Tienes que dejar todo eso atrás y no pensar en nada más, pensar que vas a un sitio mejor", compartió el entrevistado, que añadió: "El desapego es una práctica diaria. Venimos solos y nos vamos solos". (José Luis Rodríguez, "El Puma", en El Mundo)
Visto por ahí: el interior del alma se ocupa de los juicios analíticos, el exterior de los sintéticos. O sea, que la razón por sí sola no conoce el mundo, sus verdades son estériles y la única salida son los ojos. ¡Vaya que si las mónadas tienen ventanas!
(Estas verdades solo las puede descubrir la juventud irreflexiva cuando la examinan de Kant, lo que le da para corregirlo con Hume y Leibniz.)
Pienso en Mann, en los demonios que se adueñan del sanatorio. La insensibilidad, primero; la irritabilidad incontenible, después. Al alcanzar esos males a todo tiempo, realmente, es del hombre de quien dicen.
(El País) Estalla la duda. No conicemos si la acción política la determinan los ciudadanos, o si la realidad aconseja un despotismo pedagógico, que no ilustrado. Ciudadanos menesterosos, no libres. Bien está que la prensa independiente acoja la verdad.
Inscrito en una piedra: Quien trabaja, compara la obra; quien trata con palabras, vela celosamente por la circulación de su moneda.
Sábado. Llueve. Y así va una semana, con lo que esto marca a los melancólicos, menesterosos del hidroferol solar. Pero es verdad que llueve de forma fija discontinua, como el trabajo según determina la dialéctica ministerial.
Viernes. Como el tiempo. Páginas sueltas de Mann: Dr. Faustus, Schopenhauer, un viaje por mar con D. Quijote. Ya veremos lo que dura ls mannía.
Trabajo, llueve, Mann a sorbos, tv, cuerpos algo revueltos. Termino La montaña mágica, libro impresionante, que Mann recomienda leer dos veces. Lo he hecho, pero con veinticinco años de diferencia, y supongo que no es eso. Toca Doktor Faustus.
Recordamos que sin el presidente Ronald Reagan y el compromiso financiero estadounidense no habría sido posible traer el colapso del imperio de la Unión Soviética. El presidente Reagan era consciente de que millones de personas esclavizadas estaban sufriendo en la Rusia soviética y en los países que conquistó, incluyendo miles de presos políticos que pagaron por su sacrificio en defensa de los valores democráticos con libertad. Su grandeza se demostró en el hecho de que sin dudarlo llamó a la URSS el "Imperio del Mal" y planteó una lucha decisiva. Ganamos, y la estatua del presidente Ronald Reagan se encuentra hoy en Varsovia frente a la embajada de EE. UU.
-¿Conflicto? —repitió Hans Castorp, y tiró una carta.
-La situación mundial me turba —gimió el francmasón—. El acuerdo balcánico se realizará, ingeniero; todas mis informaciones lo indican. Rusia trabaja febrilmente y la punta de la combinación se halla dirigida contra la monarquía austrohúngara, sin la destrucción de la cual ningún punto del programa ruso se puede realizar. ¿Comprende mis escrúpulos? Odio a Viena con todo mi corazón, como usted sabe. Pero ¿es ésa una razón para conceder al despotismo sármata el apoyo de mi alma cuando está a punto de traer la tea incendiaria a nuestro continente? Por otro lado, una colaboración diplomática, incluso ocasional, de mi país con Austria, me heriría como un deshonor. Éstos son los escrúpulos de conciencia que…
-Siete y cuatro —dijo Hans Castorp—. Ocho y tres. Sota, caballo, rey. Todo va bien. Me trae la suerte, señor Settembrini. (La montaña mágica)
El hombre es divino en la medida en que es capaz de sentir. Es el sentimiento de Dios. Dios le ha creado para sentir a través de él. El hombre no es más que el órgano mediante el cual Dios se desposa con la vida, despierta y embriagada. (La montaña mágica, p. 807)
Conseguirá o no la paz, a qué precio, pero nadie puede negarle haber generado un quasi consenso entre discordes inciviles (todos nosotros), capaces de recordar (por su culpa) que existe algo así como un sentido común, una prudencia o una raíz humana.
La máquina de imaginar pesadillas es infalible, no perdona ni míticos marzos ni abriles. A la inercia de su malpensar la única salida que le queda es el cansancio y el olvido. Por tendencia la cogitación nefasta es leve y alada, siempre hacia lo alto -atenta al fuego que alienta la herida y destroza el ánimo-, y solo el tiempo, lo grave, la arroja a tierra.