4 de diciembre de 2014

Tengo pendiente por ahí la ejecución ( porque seguramente fusilaré el poema) de un comentario escolar, que para eso da mi mente de escolástico ilustrado y acre y escéptico, etc., de un poema de los primeros de A. Machado, que refiere de un parque y una fuente, y de recuerdos infelices que obligan a reconocer el tiempo como sustancia mortal, reiterativa y desesperanzada de nuestros daseines ( existires; estares en el mundo). Luego está la noria, congregando, oximoronía, el agua de la vida y la condena sisífica a la rueda del trabajo. Ah, mi Chopenjauer!

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