Para ver lo que pasa en corazón de los hombres ( Mundo admirable I) conviene mirar desde arriba, no tan distante como las estrellas pero sí desde kilómetros de altura, a vista de pájaro, globo o avión ( Mundo admirable II). El trabajo de los hombres ha llevado, implantado, la geometría al paisaje. A escala más humana, doméstica, sucede también en los trazados urbanos.
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