Aparte de la extraordinaria suposición del entrevistador (en una publicación sobre enseñanza, que no de enseñanza), acerca de que el profesorado es incapaz de afrontar adecuadamente la dinámica social (i. e., de poner la otra mejilla y/o sonreír ante las memeces); aparte de la sublimidad de la comparación natatoria de la educación de los maestros (pero ¿no se nos ha dicho lo contrario muchas veces: esto es, que las Escuelas de Magisterio representan el laboratorio de la utopía social/rousseauniana?), educados en la molicie tropical (teorías psicopedagógicas, lo Racional), a los que se arroja en las gélidas aguas del Atlántico Norte (la escuela, lo Real), analogía que supone la existencia de un demente que sería capaz de imaginar la especialidad de Cirugía por correspondencia (pero no demos ideas); más allá de esta atrocidad grosera que transforma en espanto y ridículo lo que de buena fe se enseñe y se aprenda en las Escuelas de Magisterio (prácticas incluidas); por encima de la estólida magia de imágenes magistrales (nadador/maestro), que permiten confundir a los espíritus no avisados, no prevenidos contra el discurso amalgamático demagógico, al lector le deberá resultar adorable la puya contra el profesor de Secundaria: ese instalarse en la "temeridad" de aroma casi heideggeriano, en el que aún estamos (lamentablemente, catastróficamente), ese error que consiste en pensar en que no puede ser que un especialista en una materia esté capacitado para enseñarla. ¡Por Dios! ¿Cómo va a ser eso? ¡Qué peligro! Con nada más que lo que sabe: su cuerpo desnudo, que también se ha de helar. Menos mal que la solución está ya dispuesta: un máster de un año, que supongo que contendrá las sabias recetas que ahora se enseñan a los maestros antes de tirarlos el mundo del agua escolar, además -supongo igualmente- de dosis convenientemente administradas de autocríticas y avisos para navegantes. Lo cual me recuerda que debo echarle otro vistazo a las medidas educativas que Peyrefitte pudo conocer en su periplo al país de la revolución cultural (China)---
No hay comentarios:
Publicar un comentario