Aunque el autor (de la edición anotada) sea Gilson (un cristiano, un antiguo)---
Quien maneja el papel envejecido del libro tiene derecho a creerse un poco sabio (por participación)---
¿Y en qué se han de fundar las repúblicas bien avenidas y cristianas, si no es en estos preceptos utilísimos? Bastará con extender al campo de la prudencia general lo que se reclama -prudentemente- para el ejercicio privado de la inteligencia científica.
Esta joya de la humanidad ha sido reeditada repetidamente por Vrin.
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