31 de marzo de 2009

Sujeto y objeto

De los amos y los esclavos:


La extensión humana de la técnica, facilitada a través de una indistinción original de seres (mineral, vegetal, animal, humano), origina el horror moral: quien de alguna manera es sujeto, aunque esclavo, es tratado como objeto. Lo saben el victimario, la víctima y el observador. Todos. La cita pertenece al Tratado de Sociología de Francisco Ayala (Espasa-Calpe, 1984, p. 287).

En otro ámbito

Kavafis. Repetición, un tiempo de los deseos que caen igual que fruta marchitada en el árbol a la espera:

1.

2.

Arte de bien decir

Lo malhablado no quita la verdad. Qué país de hipócritas malcriados, c... !

Fe de ratas

(O de herratas, como aparecía en una docta revista de pedagogía)

¿De dónde saqué lo de Herzog en Connecticut? No: Ludeyville, en Massachussets.

Para que testifique yo si su cabeza está en peligro...

-Sí, señoría, el acusado disparó desde su coche descapotable en la calle principal... ¿Cómo? ¿Que el acusado nunca se aventuró más allá de los límites de su ciudad y que no se dedicaba más que a sus clases?

30 de marzo de 2009

Tiempo de nada

De vez en cuando ocurre.

Ni de comentar las poesías de Kavafis. Ni de leer. Lecturas postergadas: moriremos sin poder leer.

Ni de referirme a las noticias negras y tremendistas, acompañadas de fotografías, de mi pequeña ciudad (ayer, en Eps).

Ni de buscar en el Bruneteau (el Ternon no lo tengo) referencias a las andanzas criminal-capitalistas congoleñas de Leopoldo el belga.

Dios dirá si nos da tiempo y salud...

Prolegómenos de la matanza

(Si cupiera un antes de la inhumanidad)

No sé si ya lo puse aquí [creo recordar que inserté algún fragmento], pero no nos tiene que preocupar demasiado el repetirnos en lo básico. El caso es que Hannah Arendt menciona en su monumental libro sobre el totalitarismo, en el libro de los antecedentes imperialistas, la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas, que yo tenía en la "Biblioteca Borges" que publicó en los 80 Hyspamérica y que no sé dónde está.

...

La novela de Conrad es citada expresamente por su descripción de la "experiencia racial" de los colonizadores blancos en África. (Experiencia = casi experimento, porvenir.) Notable me parece la siguiente nota al pie, a propósito de Leopoldo II (en la p. 252; ed. de Taurus, 1974; reeditado en Alianza ed.):

***

Blogway:

Conrad, Vargas Llosa, Casament.

Paraísos inducidos

Maxi le miraba con desdén, y el otro, viendo que sus cuchufletas no hacían el efecto de costumbre, púsose más serio y tomó por otros rumbos. Al salir, acompañado hasta la puerta por las dos señoras, les dijo: «Le voy a dar la hatchisschina, o extracto de cáñamo indiano, que es maravilloso para combatir el abatimiento del ánimo, causante de las ideas lúgubres y de la manía religiosa. Efecto inmediato. Verán ustedes... Si se le da a un anacoreta, en seguida se pone a bailar».

Maximiliano Rubín: caso clínico: paranoia celosa (con fundamento) y manía religiosa.

29 de marzo de 2009

Notas para una prehistoria de los genocidas

(Si cupiera la posibilidad de separar el predicado "genocida" de la condición humana -como si cupiera la posibilidad de preterir el instinto mortuorio)

Mario Vargas Llosa recuerda, en el breve ensayo que dedica a El corazón de las tinieblas de J. Conrad en su libro La verdad de las mentiras (esto es, acerca de la ontología literaria), la figura asesina de Leopoldo II, emperador de los belgas y propietario esclavista, pero administrador matemático, del territorio colonial del Congo. La cantidad estimada de las muertes: entre cinco y ocho millones de seres. Los Lager alemanes y soviéticos, Kolyma y Auschwitz. Asimismo el río Congo y las tierras aledañas, medio siglo antes.

***

Motivos para leer a Améry: deshacernos de la idea de que hay que compadecer al criminal, por ejemplo. Améry nos hace pensar que la compasión la merecen las víctimas, recuerdo y simplifico (y si tergiverso lo hago sin mala intención). Los verdugos merecerán justicia, ¿no?

Más allá de la culpa y la expiación está en Pre-Textos. Habría que encontrar, antes bien, motivos para no leerlo.

Lea, lea...

... el prof de la necia era primisecular (XXI) este temario republicano de "Filosofía y ciencias sociales" en Bachillerato. ¿Decadencia? Pues claro que sí. Ps. No importa que el temario no fuera "real", o que fuera irrealizable (que no lo sé, pero en España estábamos). Lo que importa es que no aparece ninguna memez, sino exigencia.

... Torrentes de lágrimas tendrían...

Érase un tiempo en el que Nietzsche escribía


En la p. 468 (ed. de 2004) de su monumental (y más que necesario) Nietzsche en España inserta Gonzalo Sobejano esta nota impagable. " [Q]ué era (en cursiva en el libro) Nietzsche" -pregunta Galdós a Navarro Ledesma.

Autopsicometría

Según los signos de los tiempos. Así en El hombre sin atributos musiliano (era de los psicotécnicos)... y vino lo que vino: el siglo XX infernal. Así ahora, pero somos más corderos y no hay que llevar más allá de lo conveniente las analogías ni las inducciones, que no somos espíritus baconianos demodés...

... De intuición, bueno, bien, vale, sin alharacas. La deducción flojea, evidentemente. Ahora, en lo que se demuestra la estupidez (Musil también escribió un librito sobre ella, que aquí tradujo Tusquets) es en la incapacidad de referir los objetos (sensibles o intelectuales) a conceptos. Es decir, un déficit de juicio, a causa de la imposibilidad de subsumir. Como si te entregaran la etiqueta de Anís del mono y no encontraras la botella. Algo así.

28 de marzo de 2009

Parágrafos kantianos de Fortunata y Jacinta

He aquí el remedio, aderezado de zumbonería, que le pone Ballester a la chifladura mística de Maxi (marido de Fortunata y compañero en la botica). Los profs de Filosofía de 2º de Bach. no estarán errados cuando piensen en Nietzsche, en los males paralelos de la ascesis y el descontrol. Estaba en el tiempo (XIX finisecular) pensar en estas cosas, o como mínimo tenerlas en mente, al modo de una atmósfera interiorizada. Volviendo a los fármacos del ánimo, y puesto que no tiene éxito Ballester con sus palabras, cuando se va, acompañado por las señoras de la casa hasta la puerta, les comunica que ha pensado en una solución más radical: Pérez Galdós escribe hatchisschina (en cursiva en el original). Sí, eso. Además, Francisco Caudet, el editor de la versión de Cátedra de la que procede el fragmento, facilita la información debida en una graciosa (¿ingenua?) nota a pie de página sobre las propiedades sedantes y euforizantes (a dosis altas) del cáñamo alternativo.

***

Curioseando por las páginas del exhaustivo libro de Gonzalo Sobejano, Nietzsche en España (Gredos, 2004), en la p. 154 se menciona a Pérez Galdós en relación con la recepción de Nietzsche por parte de los escritores pre 98. No hay relación, determina el profesor, aunque alguno de los personajes de su obra tengan resabios de supermán. Sobejano recuerda que así lo apuntaba Pérez de Ayala, a propósito del drama galdosiano La loca de la casa (1892). Esto no dejan de ser temas de eruditos que a mí me vienen más bien poco. Sin embargo, hay que advertir que no concuerda el dictamen de Sobejano, al afirmar taxativamente que el progresista Galdós no podía recibir adecuadamente al radical (reaccionario contra el siglo) Nietzsche. Este juicio de intenciones, que atribuye al otro lo que puede o no puede a través de la proyección de los propios y particularísimos esquemas mentales, además de carecer de sentido, no casa tampoco con lo mismo que señala la cita reproducida a pie de página de Pérez de Ayala, pues éste sostiene que Galdós se adelantó a Nietzsche. Tampoco tiene especial significado este consignar la velocidad ideológica, la rapidez, digamos, con que los pensamientos se me aparecen a mí o se te manifiestan a ti, pero nos muestra con evidencia suficiente aquello que nos ha de parecer verosímil y apropiado para un conocimiento prudente: que las ideas flotan como creencias antes de ser pescadas como ideas, tomando prestados los términos de Ortega que yo le oí por vez primera al profesor Iglesias de Ussel en el otoño de 1984.

***

Cerrando el día del diario.

Me imagino cierta sequedad del alma en la querencia investigadora mantenida constantemente en la vida. Yo no soy capaz, de manera que una falsa erudición y una frivolidad de máscara me permiten acogerme a la idea platónica de la creatividad. Tan copia de la idea que reconozco que se trata de ilusión. Además, me permite no ser riguroso en el empleo del lenguaje, de manera que una falsa erudición me saca de los actos de habla de los grupos sociales que regulan la erudición verdadera. Hablo yo o lo parece. Nada importa. Ni si quien escribe viene a ser éste o el de más allá. Autoficción.

27 de marzo de 2009

Calles

Que no se me olvide: la diferencia entre ley natural y ley práctica; el sometimiento de la voluntad a los objetos existentes, en el primer caso; el de los objetos, que existirán a causa de ser creados por la voluntad misma, en el segundo. Una analogía de mundos imposible (¿impensable?), trasladando los noúmena platónicos desde la ontología a las ciencias del hombre. Nada nuevo, en el fondo, para el logos determinado como ratio (cálculo, dinero) ab initio.

***

La mujer bien, a lomos de su BMW blanco, corta momentáneamente el paso en el callejón. Maniobra con energía y limpieza, para cambiar el sentido de la marcha y ejecutar convenientemente lo que ha determinado su libertad. En ningún momento ha mirado. La mujer bien.

***

(Crimen y castigo)

Otra mujer maldice, cuando ha perdido un hijo, y no le importan las leyes humanas de los códigos de justicia. La sangre llama y esto es siempre así. La piedad no viene, nunca alcanza el tiempo.

Feliz noviembre de 2008

Janet Baker canta Liszt/Wagner en radio clásica (rne).

Horologio kaliningradense

Poseo una fe montañamotora y, por eso, no escamo de mi pensamiento: que mis konciudadanos tomen como modelo la vida y el pensar del sabio norprusiano, haciéndose cargo de la dignidad ínsita en el misterio racional del hombre. (El informante sigue siendo Kuno Fischer, en la edición de la Krv de Losada.)

La supervivencia de los más aptos

Una hora de espera en la Comisaría para renovarme el DNI = dolor de cabeza y malestar general todo el día. Estoy como para irme de crucero, o de acampada.

26 de marzo de 2009

Me retiro de mí

Hasta lo que escribí me resulta extraño: ventaja de la poca memoria, que me deja volver a mí por un rodeo.

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A la frívola superficie no se le ha de quitar lo oculto. Sé quién soy y de dónde vengo.

Longanimidad

... el varón fuerte de ánimo no tiene odio a nadie, no siente ira contra nadie, no envidia a nadie, no se indigna con nadie, no desprecia a nadie... (Spinoza, Ética, "De la servidumbre humana", del Escolio a la Prop. LXXIII)

***

Lo contrario:

En cuanto los hombres se arrojan unos contra otros por la envidia, o por algún otro afecto de odio, son contrarios unos a otros, y... (Ibíd., en el cap. X)

K. de K.


Mis kultivados compatriotas han menester del conocimiento, siquiera sea somero, de las costumbres del pequeño kaliningradense. Pueden así descansar de las esforzadas horas dedicadas a los rifirrafes del corazón (en el sentido de la prensa amarilla), las noticias deportivas y, lo más duro para cualquier ser humano, las horas de obligada permanencia en esos meditarráneos lugares en los que se cobija el espíritu religioso desde el alba a la madrugada: los bares. El informante es Kuno Fischer (en la introd. de la edición de Losada.)

Morbo hispánico

“Estos afectos de odio y otros similares se refieren a la envidia, que por eso no es nada más que el mismo odio, en cuanto se considera que dispone el hombre de tal manera, que se goce en el mal de otro y que, por el contrario, se entristezca del bien de ese otro” (Spinoza, Ética, "Del origen y de la naturaleza de los afectos", Escolio a la Prop. XXIV)

Definamos!

Llamo impropiamente pasión al conocimiento y programa del tiempo venidero. Referido al pasado, el conocimiento toma la forma de una pasión reflectada o memoria. (Espinosiana más que espinosista.) Recordamos el amor, que resta como mera posibilidad, pero de aquí en adelante nos vemos incapaces...

25 de marzo de 2009

Oh mi buen Dios!

Nunca sabré darte las gracias: pues nada tienes para mí, sino palabras sueltas para decir. Cuando me llegan las escribo.

No actuemos!

... ese Dios contemplaría el terrorífico Tiempo como una bella sinfonía; lo percibiría como endomingándose ante un espejo y se experimentaría dichoso y rotundo a sí mismo.

***

Viendo que en la página de rtve (los programas de radio enlazados) aparecen de nuevo, en Radio Clásica, los Grandes Ciclos (aunque realmente no sé si se habían ido, no soy un asiduo asiduo), me doy cuenta, para mí y mis asuntos, de que el tiempo no ha pasado en balde. (Hace tan poco que grabé los programas de lieder de Schubert, con la voz extraordinaria de Janet Baker!)

Mejor: ha pasado para lo que ha pasado, para que yo me dé cuenta del transcurso, sin otras consecuencias que cierta habilidad para el sufrimiento que he mejorado mucho últimamente. La conciencia sirve también para la demolición metódica, y ni siquiera aparece la culpa por ningún lado. Los hechos. La realidad que va arrumbando cascotes.

Actuemos!

No sé lo que significa ser justo...

En mi salud lo llevo.

Lo único positivo: el comentario escolar de la Elegía a Ramón Sijé, un combate verbal contra la muerte, contra el enemigo que se ha llevado al amigo: personificaciones, metáforas, recursos fónicos y todas esas cosas.

***

Volver a Spinoza, volver a Kant. Con algunos años más. ¿Diez? ¿Quince? No han de importarnos las arrugas del cuerpo. Entre sus letras (Kant, Spinoza), entre sus palabras, frases, párrafos, páginas, libros, obras, etc., somos aquello solamente que podemos llegar a ser. Lectores. Comentadores, en días afortunados. (La primera persona del plural es potestativa.)

Nadie dice que tenga que ser fácil...

... , pero sí necesario para no enloquecer.

Nietzscheana

No soportamos que el infractor demande perdón: que se salga, por cobarde conveniencia, de la mecánica de la causa y el efecto. Mediante este ardid la causa es hipostasiada, externamente (Dios), e internamente (la ley moral, la vergüenza).

No hemos menester de sustancias: mis hechos a mí me pertenecen, los tuyos a ti.

24 de marzo de 2009

Ajeno

En el texto de otro se encuentra la armonía que yo no tengo. Leyendo, no soy. Estoy siendo (con la letra extraña) más de lo que realmente soy.

***

Casi correspondamos:

El racionalismo anti-pathológico kantiano no llega a tanto como se imagina: exhibe la dureza del solitario, la tragedia del individuo al que la vida le promete demasiadas cosas y no le concede, sin embargo, posibilidades reales de satisfacer sus deseos. Pero, en verdad, hay mucho de pathos dolorido en decir que no a las pasiones humanísimas del yo, con el fin de entregarse mejor a a él, y conformarlo de una manera más pura e inolvidable.

***

Par de corazones según A. R.

El camino del filósofo


De acuerdo con la Vida de Kant escrita por Kuno Fischer que antecede a la edición de Losada de la Krv kantiana. (El doble asterisco que aparece en la cita es a causa de que no concuerdan las cinco horas de sueño con la cifra de siete en el original de Fischer.)

Letras

Pérez Galdós (Fortunata y Jacinta), Bellow (Herzog), Jünger (Pasados los setenta), Nussbaum (El ocultamiento de lo humano), Francisco Ayala (Tratado de Sociología), Rawls (Lecciones sobre la historia de la filosofía moral), y seguro que algo se me olvida. ¿Para qué sirve leer? Pregunta contestada, claro. Retórica incluso.

Leer sirve para no enfermar del todo. También Kant (Fundamentación..., Lecciones de Ética). Spinoza pendiente. Empezaré por las virtudes y las pasiones; esto es, por lo bueno y su contrario; la razón y lo otro; la vida y la idea; Platón y el diablo; etc.

El Spinoza de Alain.

23 de marzo de 2009

Correspondamos

... Si aún creyéramos en Dios (¿tú crees?) no necesitaríamos para nada de los sentimientos, afectos, pasiones, etc. para estar convencidos de que lo que hacemos y lo que omitimos es lo que es, lo correcto, lo verdadero y lo bueno, etc. Con lo cual, sin necesidad de ir a precisar lo que uno piensa de lo que son la emoción, pasión y similares (¿para qué vamos a estar siempre con el diccionario?), sin necesidad de emborracharnos con palabras, que luego da dolor de cabeza, yo creo que los valores, los de verdad, no tienen nada que ver con emoción, pasión y similares. Que el sentimiento es de cada uno, y en el fondo la marca de la debilidad de cada uno. A mí, personalmente, me gustaría conocer los pormenores de la cadena o conjunto de causas que me explicasen lo que soy, lo que me pasa y lo que siento... y que una vez lo tuviera claro yo pudiera decir: "Así es, así sea. Amén". Esto no tendría nada que ver con lo que a mí me gusta o lo que no, sino con la manera en que está conformado el mundo, y en concreto esa parte del mundo integrada por los hombres y por las mujeres, por los niños y por los ancianos, por los vivos y por los muertos (éstos son para mí del mismo rango que los vivos).

Phármakoi

Spinoza: razón = cosmos. Totalidad. Dios. Existencia. A esa luz, inhumana, nuestros actos y vergüenza son nada...

¿Sabemos renunciar a la piedad? No digo que sea útil, que no.

***

De lo mismo: cuestiones sobre Hesíodo. Trabajo, justicia, virtud. Olvido.

***

Conversaciones:

Socrática mente: no hay diferencia entre equívoco y mal moral. La peor de las intenciones correlacionaría con la peor de las desinformaciones, al alejarse (de manera máxima) los hechos cometidos de aquello que conviene al alma, porque se le debe a su condición...

... Todavía podríamos preguntar si la ignorancia no es una querencia, lo que sostiene Kant en Qué es Ilustración?

Cosas sabidas, pero que no hay manera -todavía- de comunicar sin un temblor: si la más mala voluntad no estará un peldaño por encima del dolor infligido por ignorancia, puesto que si tras aquélla (voluntad insana) se escondiese una gran inteligencia, siempre podría esperarse una especie de conversión de la que habría de seguirse un bien proporcionado. Lo escribimos con respeto a quien es más joven y sin suponer que nos quiera entender.

Una determinación contractualista del ser social se hace cargo de la experiencia radical del ser humano: entre un bien y un mal que engranan mal con el conocimiento; que lo soslayan o denigran, llegado el caso. (De ahí el velo de la ignorancia que los teóricos solicitan a la novia que va a contratar.)

***

Son enfermedad la alegría y la melancolía,y los hijos y los libros, y los espejos son enfermedad.Y el amor y el odio, y pensar o no pensar; la muertey la vida, en definitiva, son la peor de las dolencias.

22 de marzo de 2009

Exitus

De la página de Ignacio Carrión:

21/03/2009 (10:05) Éxito
El éxito de la vida sería retrasar la muerte. El éxito de la muerte es la muerte misma.


Era el nombre de la muerte triunfante en La montaña mágica. Exitus. La palabra médica que etiquetaba la finitud consumida.

...

Dice el Vox, sacando de la ignorancia:

En John Rawls


La ironía de Schiller (que Dios me perdone) yerra en lo esencial. No hay que imaginar sequedad alguna en el pensamiento kantiano sobre moral y felicidad; sino, si acaso, heroísmo. Soledad y existencialismo. Nadie te libra de ti.

Arbitrariedad

O de la libertad negativa, independencia:

a) Un punto de vista de teología negra a propósito de Los Gremlins, a partir de la consideración, narratológicamente determinada, de que el objeto que se destina al joven, para que lo cuide, es la libertad (o la razón, pero es lo mismo: razón teórica = razón práctica).

(Véase con respeto la película y concédaseme en parte la razón...)

Ítem más: no se nos quería destinar el ser extraño, pero a pesar de todo vino a caer en nuestras manos, para ser cuidado. De la luz, del agua y de la comida: de la materia y de la energía que mantienen la vida y la ponen en disposición de querer más vida y reproducirse. El ser otorgado no puede reproducirse (no debe), he ahí el mandato mayor. La vida designa el mayor de los males, la contraluz en la que solamente pueden vivir los entes multiplicados. La existencia ha tenido que ser consentida por un dios inseguro, por Alguien que no acababa de creerse lo de su perfección e infinito saber... La luz destruye, y no podemos creer que la luz niegue; tan acostumbrados estamos a emparejarla con la verdad y el bien, a llamarla Dios.

b) El hotel que recuerdo que tengo que pagar, pues he ido abandonando esa obligación en mi conciencia y la cuenta ha tenido que ir aumentando: mis culpas, que decido pagar un sábado por la mañana. (Luego me despierto y no estoy en ningún hotel, sino aquí.)

***

De la necesidad de Spinoza.

***

Interpretación de Monterroso: amor y soledad.

21 de marzo de 2009

Heteropercepción

No estoy seguro de que mi bienamado Kant no mandara a tomar por ahí el imperativo categórico si, resucitado, lo pusiéramos delante de uno de los múltiples programas televisivos de la víscera cordial con los que yo testeo la utilidad del reino de los fines (imaginado en quasi soledad) y de la ataraxía espinosista, a la vez que me mantengo al tanto del progreso cultural del país. Mejor Kant sigue muerto; pasó ayer mismo, hace 205 años. En paz. Sin ser mártir de los actos de la grosera especie por él divinizada. Atendiendo a los tiempos venideros. Cómo iba a imaginarse! Poveretto!

Autopercepción

Me siento una persona importante, de las que se ponen corbata. Casi estoy por dejar de ser irónico. La razón de mi estado es que estoy leyendo las páginas que John Rawls dedica a la Fundamentación… kantiana. Qué bien me siento!

...

Pero también soy una persona al corriente de mi tiempo, y de sus corrientes musicales. Como este estupendo disco gratis (la descarga) de Ariel Rot.

Herzog de Bellow

En la selva urbana (una selva es más que un bosque, ya que este último solamente contiene un peligro posible) en la que hombres y mujeres mantienen entre ellos un conflicto de signo darwinista (dispersando ellos su búsqueda del placer instantáneo; concentrando ellas sus esfuerzos en hallar al varón protector, la aseguradora del instinto de madre), en este ámbito sin misericordia que constituyen las ciudades modernas, la mujer quiere convencer al hombre de que ella y nada más que ella le va a dar la felicidad, digo le va a permitir desplegar su potencialidad. Le señala, con ese fin, las cualidades que se esperan de un hombre: orgullo, lujuria, noble ira, cada una con su animal emblemático: pavo real , cabrón, león rex...

Para mí que Moses Herzog lo que exhibe son las cualidades del hombre vulgar, de esos espíritus que se congregan por docenas, pero posee la suficiente inteligencia para darse cuenta de la trampa y no claudicar del todo, por lo menos mentalmente y por lo menos por lo que llevo leído.

Al respecto, y puesto que la novela incluye un muestrario de lo más exhaustivo de todos los clisés que acompañan la vida de los seres urbanitas a los que se les ha regalado el lujo otrora prohibido, designando todo ello un modo de vivir altísimamente convencional y falso, creo que sé por qué la primera vez que leí el libro, hace ya años, no terminó de convencerme. Confundía quizás el punto de vista resultante de la ficción con una pretendida prédica autorial. Pero no pienso que Bellow fuera por ahí, extendiendo bendiciones urbi et orbe, ni tampoco por la misoginia que se denuncia a propósito del libro.

20 de marzo de 2009

Ya es primavera

Y florecen las glicinias. Aunque ésta representa una aseveración fáctica riesgosa, porque no estoy muy seguro de lo que son las glicinias, ni siquiera de si existen.

***

Dos libros en la Feria del Libro de kairós en la bella y señorial ciudad de H-O, concretamente en la caseta situada en su, convenientemente, hermosa Main Square. Tales son: Inferno, de A. Strindberg, en las conocidas Ediciones Coyoacán, de México DF, y Mala tierra (ed. Península), libro de viajes de J. Raban por el dudosamente hóspito territorio del Estado norteamericano de Montana, sitio al cual de momento no tengo pensado ir, aunque puede que después de Connecticut...

Menos mal, dados los títulos (ya una tierra mala constituye un infierno, y si es baldía more inclusive), que mi benditoespinosismo me sirve de plan de urgente autoayuda, y me hace comprender que todos los fracasos de la débil pero supuesta sustancia extensa (en realidad un atributo como otros) corresponden punto por punto a mi intrínseca debilidad mental, y que siendo más inteligente no me preocuparía por las tristezas emanadas de la fuente impura del deseo. Que así sea. Pero no llevo muy bien lo de pensarme consecuentemente como un vulgar modo finito...

El deseo antimimético

A estas alturas de cansancio y de tedio, nos decimos, que otro dispute el objeto no pone en marcha ningún viaje. Nos apartamos y que vaya bien y con Dios...

Esto de la antimímesis lo aprendimos en Pavese, El oficio de vivir, en el testimonio de un espíritu apodícticamente depresivo, fuente inagotable de juicios de igual calado. Todos ellos verdaderos.

***

Nuestra escuela son libros que no se deben frecuentar.

¿?

No puedo borrar mis indigestas y antiestéticas cuartillas, y dejarlas en paz es no descansar yo ahora. ¿Qué opción tomo?
Guarda y que juzgue el tiempo. No hay otra. Nuestros escritos son actos, documentos de nuestra memoria que no juzgamos, que nos juzgan. Yo qué sé...
¿No?

Formalicemos

Para todo poema de Fernando Pessoa, siempre hay algún blog que lo acabará citando.

De lo cual se deduce:

a) que yo he citado [No, esto no se deduce, sino que representa un hecho. Pero es que soy muy mal lógico.]

b) que citarán los que yo cite

(No hay plazo temporal)

19 de marzo de 2009

Aude!

Lo escrito resulta insoportablemente personal y autocompasivo, aunque manifieste su intención firme de ser lo contrario. Esta emoción intolerable del ser arrojado a solas al mundo, y que en vez de verter lágrimas las transforma en tinta, no nos deja en buen lugar. Nos despoja de la cara de hombres curtidos, nos entrega al otro reflexivos y, por lo tanto, blandos e indeseables.

Guardamos el archivo, pues no estamos preparados para tal exhibición de la miseria.

***

Nada más que un apunte sin contexto:

... Pero no he renunciado a decirlo en un estrecho círculo, porque, a cambio, he adquirido la virtud de decir las cosas claras, quizás porque no tengo ni presunción ni ambición ninguna, de expresarme con franqueza y con frases, a veces cortas, en que (me) confieso cómo me siento. (Entre paréntesis, no te voy a decir por qué te cuento estas cosas, ¿no lo sabes?, para no satisfacer tu vanidad de una generación posterior: los jóvenes están condenados a no entender a sus mayores; y yo lo soy a pesar de mi –aparente- infantil simpleza, pues no creo en casi nada, aparte de la memoria de los míos y la fragilidad ...

Dfs.

La pasión = una razón extraviada. Imprudente. Una razón negada a sí misma, cegada por sus ojos, por lo otro de ella y así no libre.

Por hedonista tengo que limitarme a la ascesis racional y la represión, pero sé que las dfs. no deben contener el p. de v.

En tercetos que se van encadenando...

... y saltando desde la humanidad al dios, Fernando Pessoa (en una de las odas de Ricardo Reis) explica aquello en que consiste la superación de la pérdida. Una cancelación de la esperanza, pero dejando las cosas a los dioses donantes.

...

AMO lo que veo porque he de dejar/ cualquier día de verlo./ Lo amo también porque es.// En el plácido intervalo en que me siento,/ del amar, más que ser,/ amo el haber todo y a mí.// Mejor me lo darían, si volviesen,/ los primitivos dioses,/ que también nada saben.

(Fernando Pessoa, Odas de Ricardo Reis; hay una edición en Pre-Textos y supongo que se podrá encontrar no difícilmente la que -¿abreviada?- yo manejo, y que publicó el diario El mundo. Pessoa es para mí una de las lecturas más felices que existen. Por triste que sea lo que cuenta.)

18 de marzo de 2009

¿Por qué tendría que ser...

... un mandato incondicionado leer a Fernando Pessoa?

Una de las Odas de Ricardo Reis, heterónimo del poeta luso, sostiene lo siguiente:

Aguardo, ecuánime, lo que no conozco:
mi futuro y el de todo.
En el final todo será silencio salvo
donde el mar bañe nada.

A mí no me tocó ayer leer nada mejor que esto, ya noche cerrada y cuando había superado la fase de la promenade autour de ma chambre. En realidad no importa que yo lo lea o que lo deje de leer, porque las palabras están ahí, en mármol etéreo: "En el final... " Reinando la muerte, y sin embargo existiendo un ser para nadie, por astuto que sea. El hecho de que al ser le podamos corresponder nosotros, pero debemos ser "ecuánimes" y esperar lo mínimo y del signo que sea, concede autoridad a la poesía o, mejor dicho, le da origen. Porque parece demasiado grandioso ese zumbido eterno y subsistente del mar abrazando la playa solitaria, como para no concederle un tiempo y un espacio, alma o escritura, si podemos.

***

Así, conocemos las intenciones de los seres y no podemos hacer nada, sino esperar que les dé curso el tiempo, o que lo mediten. Ponen entre ellos y nuestra inquietud el mismo muro que la frente para el pensamiento ajeno, según creo recordar que entendí en algún poema de Aleixandre.

***

Músicas:

High quality, Andrés Calamaro & Ariel Rot en El ambigú, 18 de marzo.

Deus, homo

(Incidentalmente) Kant traslada la postulación o posición previa del infinito o perfección cartesiana desde el dios hasta el hombre: sin el valor absoluto que exhibe un ser racional que cumple buenamente sus deberes, que ajusta su voluntad a la ley, no se ve de dónde habría de sacar el ser humano un concepto apropiado del infinito.

Feuerbach, inmediatamente después…

La interpretación os hará libres

O de Narciso que fue al campo a coger lilas---

Tengo que pensar que mi gesto de sacarme las flores de almendro del bolsillo, porque con ellas va una abeja, significa mi tendencia a no comprometerme, a dejarme nada más que para viajes autour de ma chambre. Subjetivamente. Porque objetivamente este arrojar el insecto dulce con la flor caduca podría querer decir, para esta ananké darwinista de los días, que el élan vital muestra también esta cara capaz de expulsar de su diestra algunas de sus producciones.

***

(El aprendizaje de las letras)

Oído a una niña que no es mía: "Tenía hambre, me comí la erre y así tengo pisa."

17 de marzo de 2009

Comments escolares

MLL dijo...
Kant diferencia su ética de todas las anteriores, considerando que todas esas éticas (filosofía morales) eran materiales; es decir, que daban un contenido concreto a la moral. Ese contenido podía ser cosa de los sentidos (el placer) o ser más espiritual o intelectual, o también como la idea de perfeccionarse ajustando uno su conducta a los mandamientos de la religión. Reconozcamos que el Bien platónico, según el libro República, no es la cosa más sencilla de definir, y de hecho Platón solamente "compara" este Concepto, con mayúsculas, con situaciones diversas, soles, líneas o cuevas... sin llegar a quedar claro en qué consiste este punto básico de sus doctrina filosófica, científica, ética, política, etc. Pero está también claro que ese Bien se equipara a la justicia en el Estado, y a que cada uno ocupe el lugar que le corresponde, arriba como gobernante filósofo, en medio como guardián del orden, o en la base productiva (luego quedan los esclavos). O sea, que la virtud moral en Platón no es distinguible fácilmente de la comunidad política, que lo que uno moralmente hace y está bien o lo contrario, que está mal, es así, porque sirve al estado del que forma parte; o lo contrario, que lo perjudica. Kant podrá decir (aunque el Bien platónico no es solamente el del libro República, ojo!) que la moral platónica se basa en imperativos hipotéticos; esto es, en mandatos que solamente valen si tú te crees que hay que buscar ese Bien ideal que permite que haya justicia en la ciuda- Estado (polis). Si no, si eso te da igual (ten en cuenta que las sociedades de la edad moderna son altamente individualistas, que cada persona va a lo suyo), la ética de Platón no te obliga a ti, ese contenido material a ti no te dice nada... Mientras que lo que Kant intenta es desarrollar lo que cualquier persona entiende que son las cosas y asuntos de la conciencia moral. Entonces hay que ver la forma o manera en que cualquier persona común, que no tiene por qué ser el filósofo platónico muy pero que muy educado (hasta ha estudiado Mats!), la forma en que cualquier persona común -digo- entiende lo que significa ser bueno, tener buena voluntad o intención, cumplir con los deberes y la conciencia, y con la leyes morales... Cualquier persona, cualquier X desconocido se pone en la posició de univerasalizar su conducta pensando que podría ser otro individuo, y que en vez de llamarse Juan se llama Pedro, y que podría seguir pensando lo mismo. Es decir, que la moral debe ajustarse a una norma que obliga a las conciencias de las personas de la misma manera necesaria que la ley de la gravitación universal "obliga" o se cumple con cualquier par de objetos del universo dotados de masa y separados por un inetrvalo espacial.

Por la tarde...

... una lectura guay recuperada: El teísmo moral de Kant, de José Gómez Caffarena. La vida es maravillosa, Salinas... ¿decía Fray luis, o es en La Sexta?

Racionalismo

Obligado a leer la Ética de Spinoza: obligado a renunciar a la alegría fácil de las emociones comunes, instado a encontrar la perfecta alegría en la aceptación de las leyes del cosmos...

A creerme, punto de fe, que el orden y conexión de la vida debe reproducir lo que pasa idealmente en mi cabeza...

Si no, estamos perdidos.

No aceptar la conformación del mundo, la suma de bienes y males que nos ofrece la experiencia, proclamar nuestra queja delante de los demás, etc., no nos hace mejores a nosotros, aburre a los demás y muestra un temperamento odiosamente infantil.

...

Pero sucede que mi memoria es demasiado débil para recuperar los sucesos del cuerpo.

***

Ignacio Carrión, entrada del 15 de marzo.

***

... y no necesariamente más auténtico (más íntimo y esencial).

Ah, la autenticidad! Esa yerba ya no la queremos fumar. Nos ahoga.

16 de marzo de 2009

... y luego, que no sé cómo...

... nuestra felicidad no habría de ser completa en un país tan avanzado. Beatitud llamo yo a este status de caída de los dioses, sustituidos por embriólogos de bata blanca inmaculada, formados en los mejores centros de investigación. BEATITUD se llama lo que nos prometen, y nosotros sin querer aceptarlo, llevando nuestra letrada protesta a trasmano total de la veleta epocal.

Lo oigo y no me lo creo.

***

Amargura te provocan hasta los nimios sucesos que por cualquier otro resbalarían, igual que si fuera el agua tibia o una brisa sin importancia. A ti cualquier cosa te desdice; las palabras te sustraen... ¿Por qué seremos tan poco hábiles? Tu agua es hielo y el viento es vaticinio de tormenta negra, de las que arraigan desde el interior...

Horas que pasan espesas, horas graves...

Delicias de la tarde

De una colmena sin zumbidos...

(-Oye, ¿tú sabes qué querrá decir la frase anterior?)

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El ambigú de hoy.

Letra e indiferencia

Kant, Fundamentación... (sobre moral)

Hesíodo, Los trabajos y los días (sobre trabajo)

Misoginia de Hesíodo: "Que no te haga perder la cabeza una mujer de trasero emperifollado que susurre requiebros mientras busca tu granero. Quien se fía de una mujer, se fía de ladrones."

***

Lo anterior por la mañana: por las tardes me emponzoño el ánima con los decires y los haceres de los próceres vetustopretéritos de ma petite ville. Según un libro recién comprado de local textura.

Si Dios, con su infinito hado, me deja llegar hasta la noche -¿quién es tan soberbio para engreírse dueño del tiempo?- mis ojos -neuronas las mínimas- habrán de ser para Ricardo Reis y Herzog (Pessoa y Bellow), lo cual indica el gran progreso espiritual de los pueblos, que aun a un espíritu fracasado y escurísimo como el mío le permite trasladarse mentalmente a Lisboa, y más allá inclusive, moviéndome entre New York y una casa lindante con los bosques de Connecticut (milagro sería que esta palabra esté bien escrita, pero ya nos entendemos).

Lo cual me reafirma en mi opinión, ya de por sí firmísima atque entusiástica, de que la democracia ha venido con un vaporizador que ilustra, expandiendo sus luces en los más remotos rincones de la vieja Hispania. V. gr., aquí en A.

Otrosí: que no ignoro ni traigo en menoscabo la idea, peregrina de momento, de coger uno de esos vuelos baratos y muy incómodos de cualquier compañía aérea de bajo coste y alto riesgo, y así observar en persona los bosques de Connecticut. O de más lejos, como la British Columbia, in Canada, oh yeah.

Razón, aquí.

15 de marzo de 2009

Filantropía

Ama a la humanidad quien no ha entrado en la masa, que uno mismo forma entrando en ella (o sea, que se constituye este monstruo en proceso), aunque sea por unos instantes. Un domingo en un mercado popular, por ejemplo. Quien entra no puede salir de ahí con una mente compasiva, ni con calor en el corazón ---por mucho sol radiante, en una mañana igual, que haga.

¿Queda claro?

Releyendo 'El maestro ignorante'. Ranciere tiene a veces su aquél. Y estoy por darle la razón en esto de la ensañanza, aunque con matices.cerca de 15 horas ago from web

Para nada queda claro. Veremos.

***

Los literatos no deben meterse a filósofos. Si no, les pasa como a Vargas Llosa cuando escribe lo siguiente (ciscándose en la lógica y/o el bon sens)---

Lo que dice Vargas Llosa, en uno de los textos que componen su libro Desafíos a la libertad, cuyo título no puedo recordar ahora, a propósito de los pueblos que se pronuncian libremente por la abolición de las libertades públicas, para dar paso a regímenes dictatoriales, teocráticos o no. El escritor peruano defiende que esa decisión popular hay que respetarla, salvaguardando, esto sí, las libertades de los demás pueblos. Es decir, que derecho de ingerencia ni por asomo.

No diré yo que un individuo no pueda querer la abolición de su propia racionalidad, puesto que también puede querer el cese de la propia vida. No soy kantiano hasta ese punto, hasta el punto de pensar que vida humana = dignidad incondicionada, si es que algo así sostiene mi pequeño y amado koenigsberguense. Mi opinión no va por ahí: sino acerca de la legitimidad y autoridad posibles emanadas de las decisiones de una mayoría volkisch, religiosa o atea, en la medida en que quebranten las voluntades y las mentes de los particulares, aun de un solo sujeto. Ninguna urna puede ponerse por encima de la voluntad santa del particular. En ese momento, aceptando que sí que puede y que ya vendrá el tiempo de que los pueblos se den cuenta (como si los pueblos tuvieran razón), el liberal ha dejado de serlo...

De buena mañana

No me parece nada normal que sea en noches algo turbias cuando yo veo las cosas claras, justo antes de dormirme.

Nada parece normal.

14 de marzo de 2009

Raison d´ècrire

Quijotismo.

Se escribe para conmemorarse luego uno como quien actúa (actuó) en tanto escribiente. Si la escritura tiene la forma de un diario, esto que se lleva ganado: porque uno mismo lo afirma desde ya.

Samedis

Tarde maravillosa en la mainstreet de la bella, mercantil y multiétnica ciudad de Lorca-Sarajevo. En una de las tiendas, delante de los probadores, un demente intenta leer las odas pessoanas de Ricardo Reis. Comprende lo mismo que en Kavafis: una pequeña moral (consilia) epicúrea tras tanta teología ensotanada.

-¿Cómo? Ah, sí... (Me dicen que el demente soy yo, que me estoy viendo en uno de los espejos de la tienda.)

En los poemas de...

... K. Kavafis, por ejemplo en el celebérrimo "Ítaca", leemos, por entre los nombres de la historia, real o épica, los asuntos de nuestros días particulares, como si fuera una política de lo pequeño lo que escribe el poeta.

De ahí esos grandes hombres políticos que huyen de la púrpura, en los versos de Kavafis, y que se van en silencio, para que seamos nosotros los que comprendamos, hablemos y escribamos marginalia. Ya que no sabemos vivir.

***

Nada más barato que un libro de Kavafis: ¿a quién ha de importarle pagar por el aire, ponerle precio a su propio alentar?

***

En efecto, los actos, la condena por su causa, tienen algo de inapelable o imborrable, de cerrar puertas y esperanzas. La ciudad de Kavafis, una tumba.

***

(Apólogos, moralejas)

Lo maravilloso de Kavafis: la perla envuelta en lo extraño de los nombres y los acontecimientos -de otros tiempo y espacio. Quiero decir: el mandato moral dentro del paisaje epicúreo.

Legitimidad humeana

Verba volant o frases que se dicen por ahí:

-Ponerle una bomba a todo.
-Aspirar a un silencio que es igual que la destrucción total del mundo, que la requiere, y mejor si es voluntaria (autodestrucción).
- El cansancio de la existencia, überhaupt.

===

Mi pequeña profecía: palabras que no se podrán decir, según quién y los demás ítems del hecho comunicativo, cuando esté más avanzada la era de la felicidad específica programada ingenierilmente en los laboratorios genéticos. Palabras que se podrán pensar, empero.

13 de marzo de 2009

Intimidad y extimidad

Escrituras ajenas y apropiadas (en un sentido moral):

Cuadernos de un pasado remoto.

***

Carretera, carretera, ibuprofeno, tabaco, gasolineras, ansiedad, miedo (¿en qué y con qué ánimo pensaré obsesiva e innecesariamente?). Anticipo el infierno de mañana. A ratos, la radio y un poco de olvido, demasiado escaso. 10 horas al volante. Como un destino en el que mejor no pensar. Una sangría de energía, de mi cada vez más apagada fuerza. Los años, sí, y que he hecho de la contradicción consciente un hábito, casi una adición.

***

Los lacónicos apuntes de marzo de I. C. Sobre escritura y mirada: tan importante lo que suman como lo que restan: los ojos que miran y que no, la mano que escribe y que no.

Todesfuge

Diario de lecturas

Leche negra: el clarear, la luz del inicio calificada por lo contrario, el ser visto desde la nada, según loz existentes arrojados a lo vacío del campo (el lager): la tierra cuadriculada, convertida en industria que distribuye y destruye los cuerpos...

Creemos en el carácter destructor de aquello que se va depositando en el silencio desde por la mañana, desgarrando su sentido y su orden igual que se descoyuntan los cuerpos. Destruyen las palabras del amo que primero quebrantan el ánimo y luego crean cenizas de los otros. Las casas mismas son ruido infernal: la casa del amo. La música todo el día, también ruido, escamoteando los gritos y el llanto; antes del silencio final recuperado en humo entre el cielo, parodia de la paz primera igual que la leche negra es sangre muerta. la escritura misma: semántica burocratizada de administradores de la industria de los cuerpos ad destruendum...

Qué fácil predicar la paz, confundir el silencio resultante con el silencio inocente del mundo, de antes de los hombres, qué sencillo mandar anudar las manos cuando se ha empezado por predicar y practicar la destrucción... Aquí no hay ya religión, aquí hay sarcasmo y leche negra agriada, burlada muerte aun...

(El demonio: Fausto, sí, y Margarita y las serpientes, como un Zaratustra nazificado.)

Citas de Kant

La Kpv en scribd.

En las pp. 64 y 65 del doc. en scribd aparece la cita que hice ayer de la Kpv tal como la recoge Cassirer en su Kant, ed. FCE. Pero ha de observarse que en el doc. de scribd se dice claramente "ninguna por deber", lo que es muy diferente. O sea, que no cabe rebelarse, no se contempla esa posibilidad.

12 de marzo de 2009

En el Kant de Cassirer...




se encuentra este fragmento de la Kpv que merece nuestra atención por algo que diré posteriormente, y por lo que otros puedan decir. Realmente, cualquier palabra del pequeño koenigsberguense merece la atención que le pueda dedicar un minúsculo escoliasta como yo. "El riesgo de la libertad", titularía yo, que cambiaría (sustituiría) algunos términos del texto original por otros, para modernizarlo y darle el significado de desgarro que entre las líneas (en el subrayado) se encuentra. "Por ninguna vida": estas palabras finales, ¿no han de conmovernos?
De momento: a mí me resulta asombroso que pudiera existir, con las garantías otorgadas por la inmortalidad, fenoménicamente establecida, que pudiera quedar todavía alguien capaz de conducirse según su particular buena intención. Esto es, que fuera capaz de determinarse sin objeto ni premio, con independencia del mecanismo divino garantista... Este mismo, ¿no se está mostrando ya como el rebelde? Como quien no querría esa inmortalidad obligada.
***
Nada recomendable, música para mayores, blues urbano y esas hierbas...

Solamente un diario puedo...

... escribir yo: para contar los días que se suman en mi vida, los que me separan de mi muerte. Días! Qué atrevimiento! No sabemos cuando llega la señora ni si ya estamos jugando la partida...

Así que no se escribe para ningún público, más bien para hacerse uno un espejo a su medida, puesto ahí enfrente en la pantalla. Escribir para el cajón y dejar el cajón abierto, bien oreado, y arrojarlo todo a la calle...

Solamente un diario, mientras que lo que leo me distrae de lo que soy y lo que pierdo. Otros, yo no soy capaz, tienen sangre; yo, que no valgo, tengo letras.

Pero no me hace feliz lo que me pierdo, cuando estoy con aquello que me distrae. Mi desesperación se revela cuando sueño, no obstante; allí donde no puedo evitar ser otro, tan distinto.

11 de marzo de 2009

Aire fresco

El Kant de Cassirer. Felicidad pura, temps retrouvé.

Fortunata y Jacinta, la mala leche de Don Benito.

Escrito

La tarde va con su carga de angustia: los moralistas tenemos estas cosas, esta incompetencia para actuar. Me queda el consuelo de conocer anticipadamente que todos mis actos serán errados una vez que los examine...

... se me ocurre pensar si de la autoimposición de hechos y normas, que en eso consiste la libertad (en la autonomía, que lleve uno su vida y que no lo lleve ella, ni la lleven), se me ocurre pensar o imaginar, me/te digo, si esa autoimposición generalizada, pues todos tenderemos a ello, no nos aisla finalmente. Pero, claro, yo no soy psicólogo, sino un ser que los necesita (dsm iv?) y un amante de la frivolidad y/o superficialidad como máscaras. Pero se trata de aprovecharlo todo: en mi caso de proyectar lo de ahora como recuerdos y palabras que posteriormente escribiré... pues como no tengo memoria y lo que viví de joven no lo guardo a mano, ya me hice el propósito de que eso no vuelva a pasar. "Recuerdo una tarde primaveral y prealergénica de marzo en un bello pueblo de la sierra de A. en que yo le escribía esto a ..."

Libras

Qué delicioso el sabor de la angustia, el frío que baja de la cabeza a los pies...

Conocer por anticipado que todas tus decisiones van a ser incorrectas, y tener que tomarlas. Sin saber cuáles...

OK

No pienso en un kantismo socializado: es un contrasentido, una inversión de la ilustración... Pienso más bien en lo contrario: en una difusión de la barbarie...

En lo contrario, en lo mismo que escribe Pío Baroja en capítulos sangrantes de El árbol de la ciencia: en una vida espiritual y económica miserables, propias de pueblos postrados, en los que ya no quedan individuos independientes...

***

¿Qué es bondad?

El ajuste del ser humano con lo mejor: ciudad o cosmos...

Mi bondad consiste en mi angustia (dolor de cabeza o de huesos) a la hora de cualquier decisión... Inhábil para la vida: lo pequeño me cuesta un mundo. No querer ser injusto: ¿máxima universalizable?

10 de marzo de 2009

Escolaridades

Me centro en un problema que ya conocemos que no ha de turbar los cimientos de la culta y progresada España. Es bueno que así sea, porque quiere decir que ha pasado a formar parte, mediante una especie de vaporizador cultural, de la conciencia espiritual de nuestros ciudadanos y ciudadanas. Me refiero, ya se habrá adivinado, al hecho de la razón que, como inconcebible en sí, fundamenta la posibilidad y realidad de la voluntad moral. Sé también que el pronunciamiento kantiano, que esta tarde-noche recuerdo yo, milagroso sería que encerrado en una botella arribara a más de una isla. No tiene que importarnos sobremanera, si nos conformamos con archipiélagos pequeños pero bien soleados. Nos inquieta si acaso la duda acerca de la eficacia del spray ideal mentado, de si verdaderamente los ciudadanos son tan probos y cultivados…

El deber de comentar

Reconoceríamos el amargo sinsabor de los días,/ todos iguales, y el amargo sinsabor de los rostros,/ todos iguales. No querríamos saber de estúpidos/ matices, ni querríamos quedar prisioneros/ de fútiles sentimientos

Delante de la muerte, límite existencial, lo igual; delante de la nada, el otro del ser, lo igual. Que digo delante! Debajo, porque nos aplasta. Abajo, caemos hacia él, hacia ello. El alma estragada ha encontrado su razón en no creer en las diferencias. Quienes son amados no serán, ni para nosotros. Mi libertad, mi razón, esta conciencia que me obliga a desligarme ya: no quiero ver desde ya la luz en los rostros que no quieren o pueden amarme. Pero esa aversión la tengo que transformar en virtud. Así que no me fijaré en los sutiles matices de lo hermoso. Desencadenado, soy bueno y voy solo…

***

The Cure: Desintegración.

¿Dónde se van...

... los buenos propósitos, tan kantianamente diferentes de las buenas intenciones?

***

Es que hay que tomar decisiones. (Lo dice un Libra.)

9 de marzo de 2009

Cicely, Almería

No sé si en Stendhal (vía S. Vizinczey) o en Pavese (será en Pavese): el otro deseado inasequible, al que se traslada el deseo que nosotros no sentimos por un tercero, y que por esto habríamos de pensar que nos resultaría fácil (no lo pensamos, lo deducimos de la información que se recuerda). Intransitividad de los sentimientos, de tres en juego, desarmando desde el inicio de la mañana a la voluntad de poder ser indiferentes. Cómo íbamos a ser capaces! Tenemos que contarlo, y sin materias imaginadas desde la pobre luz del inicio del día no se podría...

***

¿Cuál es el tema de Auto de fe de Canetti? ¿En qué sentido retoma el conflicto sexual edénico?

***

Links musicales:

a) El ambigú. Delicioso.

b) Just like heaven. The Cure.

Mala baba







Supongo que a un novelista de raza se le tendrá que reconocer, entre otras cosas, por la leche agria que se escurre de sus letras. En la chef d´oeuvre barojiana El árbol de la ciencia viene este párrafo-perla sin hojarasca. Árbol puro y verde. El fragmento pertenece al capítulo titulado "Médico de higiene", con lo que el experimentado lector sabrá desde el pórtico de qué "proletariado" (término de Baroja) se trata.

Para los que fuimos educados, durante las dos décadas finales del siglo anterior, a lo largo de unos brillantes estudios universitarios, en la hermenéutica de la sospecha (valiente comprensión!), muéstrase en las frases breves barojianas el lugar de la ideología (cristiana supuestamente) en el curso de las prácticas sociales. El dinero, la diversión y el cuerpo, contemplados en el más sórdido teatro lumpen, sin que el sistema social burgués utilitario se resienta lo más mínimo. Apuntalado, al contrario, en estos desaguaderos de la vida en los que viven la miseria y el crimen.

Wille

Los buenos propósitos se acaban con la primera impresión. Caemos.

8 de marzo de 2009

Noches de domingo

El asalariado docente prepara sus exámenes (Descartes + Platón)... Poca cosa aparte de darme cuenta de lo poco que sé. Algo que no importa en la culta y postavanzada España: la neurosis como explicación de crímenes horrendos (si por lo menos hubieran visto Psicosis... ), la metafísica como la herramienta de los adivinos para prever el desarrollo de la crisis. El periodismo (pues lo han dicho periodistas supuestamente) como avanzadilla de la nivelación. Bienvenida sea! Que nuestros ojos lo vean.

El árbol de la ciencia se hacía cruces ya de la vesania nacional. De la asquerosa hipocresía también: los patriotas pre-desastre del 98 no tienen problemas en ir a los toros después de. Son otros los que van a morir, son otros los que han muerto. Andrés Hurtado: el nombre lo dice de todos nosotros: un hombre al que le siguen robando.

***

Evitemos la ira (vita brevis), cultivando los tomates del huerto propio (= unas pocas ideas y libros entre amigos), a la espera de que otros, los que han de heredar nuestra saudade y nuestra independencia, sean capaces de repetir estos movimientos de repulsión, que son de efectos mínimos en el mar universal del adocenamiento...

Lecturas de v@cación

Muy bien Herzog de Bellow. Mejor ahora que cuando la leí antes. ¿Prisas? Quizás haya que echar mano también, después, de otra novela, El legado de Humboldt, de similar cariz.

Días de sol...

... en el mundo. En el alma, no tanto.

Pequeños viajes de displacer...

Lecturas también pequeñas: sobre Kant; de Baroja...

Tardes decaídas...

Consignar la belleza de la primavera entrante, sus anticipos, qué agradable inclinación!; consignar nuestra desgracia íntima, que agradable deber!

***

... Las pequeñas/ cosas que nos salvan de nosotros mismos/ terminan iluminando cuanta realidad estamos/ dispuestos a sacrificar alegres en el eterno/ fuego...

Nos salvan de nuestra muerte constitutiva o de su denegación misma, de la ilusión de obtener algo positivo de nuestra raíz de nada. Así que nada han de solucionar esos productos culturales que manan de otras desesperanzas... Están enfermos de falsedad. Aunque fueran verdaderas esas "pequeñas cosas", producto de la espontaneidad y no del artificio, sus efectos tendrían que ser ambiguos. Pues valorizan nuestra renuncia, sin garantía de que lo dejado no representara lo fundamental, visto a una luz postrera. Una conciencia sin retorno...

7 de marzo de 2009

Frivolidad mercantil

Sacrificando al dios de las compras en la secreta, lejana, misteriosa y universitaria ciudad de M****a. En esos centros nuevos de la cultura mundial que son El Corte I. y el Fnac. Tres obras maestras: Una tumba para Boris Davidovich, de D. Kis (Acantilado), los Diarios de Adán y Eva (me suena que fue la primera pareja de hecho), de Mark Twain, en Obelisco, y la Poesía completa de Cavafis (Visor). No ha caído la obra poética completa de Celan, en Trotta, dado el alto precio del libro (32 eurodollars) y la cercana presencia del ministerio del interior. Además, en ese otro templo del saber, ambulante en este caso, en un kiosko quiero significar, me he mercado On the road de Kerouac (Anagrama; traducción española of course). Me he resistido como un hombre a comprar el dvd de La regla del juego de Renoir, porque me parece excederse de lo debido ver más de una película al mes, y que tengo pendiente El intendente Sansho de Mizoguchi a la espera de encontrar un reproductor que sea capaz de leerlo. Para confesar convenientemente mis culpas he de decir que yo no pensaba comprar ninguno de estos libros, sino que iba buscando una antología de ensayos de Bellow y nada, y los relatos de Chaves Nogales sobre la guerra civil española (A sangre y fuego), y que tampoco. Pero tengo la conciencia tranquila, porque a pesar de haberme hecho un poco más pobre con estas compras (asuntos domésticos aparte, como la acumulación de papel, no siempre bien aceptada), pues he contribuido en no pequeña medida con un óbolo contra la crisis, por lo menos en el sector editorial y de distribución libresca.

Comments de ...

...

a) acciones propias:

Cuando hago lo debido, aquellas veces en que cumplo con mis obligaciones, algo me dice que estoy equivocado, que no he podido quedar bien, a la altura de esas mismas obligaciones... Soy un moralista indeciso, infractor en muchos casos.

b) palabras de otros:

Poema largo, monótono
No nos es suficiente con estar muertos,/ como sólo nosotros sabemos estarlo, sino/ que queremos saberlo, palparlo, y decirlo/ impúdicamente. Cualquier cosa nos resulta...

...

Comentar, interpretar, explicar, etc. tienen que arrancar también como arranca el poema: espontáneamente, al modo de un diálogo que interroga y pide precisiones...

De forma que entiendo yo que la desaparición, el no estar, es una aspiración, lo mismo que la felicidad. La primera parte de la felicidad, pues la segunda consiste en decirlo, en esconder la vergüenza que el estar muertos puede provocarnos. ¿Por eso lo de saber estarlo? Porque realmente no vamos a ser dueños de nuestro ser cuando de veras lo estemos... Pese a que la nada es algo nuestro...

6 de marzo de 2009

Herzog

Una impresión de Mannhattan (imagen que aparece en la edición de Círculo de Lectores, 1994, de la novela de Saul Bellow)











***

Intentemos leer una novela. Vamos a dejarnos de prejuicios. Vamos a pensar que el relato ficcional recoge (sabemos lo imposible del intento) lo infinito en un espacio manejable. Herzog (1964) es una novela de ideas, por otra parte, acerca del fracaso de las ideas en la vida...

También habrá que leer el prólogo de Bellow al best seller ensayístico de A. Bloom, The closing... (trad. en Plaza y Janés, 1989, me parece). ¿Luego Ravelstein? ¿Acabaré leyendo lo que hace unos años? ¿Mi tiempo retorna? Qué melancolía produce pensar en estas vueltas como en un desgaste del tiempo! Es lo que hay...

Cosas de intendencia

De palacio: malestares diversos...

De lo cual forma parte este ir como ennortado que no sabe dar cuenta de lo que va haciendo por estos caminos (días, carreteras), con el miedo consiguiente, que éste sí que viene y nos preocupa...

De lo cual también: esta habilidad connaturalísima para

a) parecer chiflado, prima facie, a aquella persona a la que no se había visto hace mucho tiempo,

b) parecer tonto a esa misma persona, o como mínimo tener ribetes de lila.

Cosas las dos de mucho mérito el lograrlas si se dan en una primera impresión. Ya no te olvidan y tienen tema familiar para después. Generosos que somos.

Un pathos puro...

... , un sentimiento racional, fundamenta una mímesis desconocida en tiempos de grosería...

La felicidad del lector de Kant (Grundlegung..., v. gr) no reside en una imposible o absurda regresión temporal a los textos queridos, sino en la práctica de lo que el mismo filósofo pide, puesto que lo valora: esto es, tomar como modelo la obra y lo conducta de seres ejemplares, para que nuestra propia humanidad rebase o lo intente, cuando menos, sus límites trazados por los genes y la sociedad (¿sociobiología?)...

La puesta en cuestión del faktum moral, esa posición práctica ilustrada que no puede prescindir del modelo aristotélico del hombre sabio, en el preciso momento en el que los seres humanos salen de su minoridad, no puede sernos más actual, por contraste con lo que vemos. Con esta mediocridad administrada por mediocres (= malvados)* que halaga sin parar el (mal) ejemplo de la mala educación y que a eso lo llama progreso...

*Vid. entrada del 2 de marzo de I. Carrión.

5 de marzo de 2009

Hermeneusis, o de la...

... felicidad de leer a Kant, igual que una piel renovada, un imposible temporal...
Todo respeto a una persona es propiamente respeto a la ley (a la honradez, etc.) de la cual esa persona nos da ejemplo. Puesto que la ampliación de nuestro talento la consideramos también como un deber, resulta que ante una persona de talento nos representamos, por decirlo así, el ejemplo de una ley (asemejamos a dicha persona por medio del ejercicio) y ello constituye nuestro respeto. Todo ese llamado interés moral consiste exclusivamente en el respeto a la ley. (Kant, Fundamentación ..., I)

Certeza

(Incompetencia)

No comprendo a Descartes, ni comprendo que se le comprenda: ¿es un escolástico de nuevo cuño?, ¿un metodólogo de la matemática?, ¿la matemática representa una forma escolar nueva?...

Mi problema es que me doy cuenta a la vez de mi ignorancia de cuestiones fundamentales del cartesianismo y (a la vez, me repito) que creo que me están vendiendo una moto, que me están haciendo propaganda de ideas, y en vez de la sana y falsa escolástica me quieren entregar un producto rabiosamente nuevo y con más prestaciones, si bien tampoco yo soy capaz de explicarme de dónde han salido estas cosas tan extrañas...

***

Un poquito más ciudadanos, que vosotros podéis... Que si os empeñáis podéis ganar la barbarie para todos nosotros.

Oh ingrata especie que ya no sueña en superarse...

***

Como soy un ser extremadamente superficial tengo obligaciones sociales funerales. Espero que conmigo se comporten también... pero sin prisas, eh!

Donde me encuentro ante un antiguo compañero de estudios (A.M.C.) y me confirmo a mí y a los demás lo torpe y desmemoriado que soy...

Lo pensaba y lo pienso

Inútil lamentarse, la fuerza de las cosas es la que es… ¿Qué puede esperar quien manifiesta continuamente su zozobra, esa metódica autodestrucción de su personalidad privada y pública, sin dar palabra y razón de lo que le pasa? Un bicho raro que cualquier mañana se mira en un espejo transformado…

La sombra perdida de Peter Schlemihl también puede aludir al hundimiento personal, a que lo que empieza como una pérdida de las relaciones sociales, afectivas, con otros, acaba restando de la misma intimidad, escindiéndola entre su conciencia y su efectividad, hendiendo inclusive su autoconciencia. Desdicha y felicidad entrevista, pero mucho más de lo primero real que de los segundo esperado… Esto es, sociogénesis de una depresión, [en la medida en que la sociobio(tecno)logía no haya hecho desaparecer el engrama de la intimidad (Bio-tecno-génesis; tecno-bio-génesis)…]

***

La sombra.

***

Qué hacer?

Excelente. Esto habrá que comentarlo...

4 de marzo de 2009

Masoch

Oh mágico instante del desencanto, cuando la ciencia se olvida de las cualidades sensibles manifiestas y los poetas del amor cortés. (Que quedan como una nota al pie o un recuerdo.) Una indiferencia heladora nos obliga a la soledad, a caminar sin ilusiones añadidas. Pensándolo, el valor de las vidas se tendría que medir por su derrota. Por la bendición que le otorgamos.

En el hermoso pueblo...

... de M., en el que desempeño un brillantísimo y más que prometedor puesto docente, la tarde corresponde con su bello horror aguaventoso.

Yo también me voy a dedicar a lecturas de las que espero salir más sabio y mejor persona: el Diario de un aprendiz de filósofo, de Manuel Durán, un catalán exiliado tras la guerra civil.

Informe de lectura

Preludio de Wordsworth: a veces me parece una instancia poetizada...

Los cuentos de Bellow: deseo de leer Herzog de nuevo, y algunos textos más.

Los Diarios de Jünger: no me gusta el personaje, moralmente no me gusta, no me fío, no sé si me hubiera agradado conocerlo... Un esnob, un dandy de la vida o algo peor. Aunque los Diarios no se dejan de la mano...

Algias

Frío, aire de invierno que ulula ahí fuera, dolor de oídos y garganta aquí dentro... movimiento de vaivén entre las dos cosas extensas, una de ellas más familiar que otra.

La más familiar la llamo yo y no lo distingo de mi cuerpo.

Satisfaction

No deja de alimentar nuestra ilustrada vanidad la contemplación de la metódica demolición social, el esfuerzo de todos por llevar un poco más allá su estúpida chulería... Vamos a dejarles... Antaño se destruía el edificio para levantar otro mejor. Así, en la prudencia cartesiana, en su protesta de inocente, para que no se entendiera que él pedía la reforma de los grandes cuerpos sociopolíticos y sus ideólogos (las universidades), ya estaba dada la imaginación de lo contrario, de que sí se pidiera la reforma y se contratara la sociedad desde unos cimientos nuevos, mentales e institucionales. En estos penúltimos intentos de nuestros días, yo, un remotísimo ilustrado, no veo otra cosa que la progresiva y fatal transformación del animal rationale en el ser más gregario que quepa imaginar, y sin necesidad de pastores religiosos. Solamente merced a su noluntad tontísima. Que así sea.

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Ilustración en gris, minimal.

3 de marzo de 2009

Mixtura

Lo que las redes sociales corren el peligro de realizar en un revival de Baden-Powell, lo pueden lograr, con independencia querida, los blogs personales: la conversión del diario en correspondencia, la epístola en tiempo real. ¿De qué sirve? Digamos que da otra vida, otra manera de existir, al lenguaje.

...

No obstante, ¿seguiríamos escribiendo sine die? A veces pienso que no, como tampoco vamos a vivir sine die. Personalmente no me imagino otra obra que la del diario, un cajón abierto donde van a parar las modestas reflexiones, un GH de conceptos escolares. ¿Vale la pena?

Climas

Lluvia afuera, torpeza en mi interior...

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Por la tarde sigue lloviendo. Ahí afuera sigue cayendo agua. El medio ambiente adecuado para mi torpor. El que me llevaba a falsear las situaciones, el que me sigue alejando de la posibilidad de comprender, el que no me deja escuchar lo que me dicen (el ser y la sombra; lo que significa para una persona perder la primera, etc.)… Hay otro tipo de cosas que sí comprendo, demasiado bien: el miedo, que cada vez es menos mío (yo, ¿quién soy?) y más del mundo, de los otros. No es generosidad, sino necesidad de lo diferente a uno mismo, de salir de la isla. Para esto no hay que viajar, o más bien no existe otra posibilidad de tránsito que no se inspire en las palabras…

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Reza el DRAE:

Artículo nuevo.
Avance de la vigésima tercera edición

torpor.
1. m. Estado físico, generalmente transitorio, caracterizado por la lentificación de los reflejos, la disminución de la sensibilidad y el embotamiento de la mente.
2. m. Zool. Estado fisiológico caracterizado por una gran disminución de los niveles metabólicos y de la temperatura corporal, que puede ser diario, como en los colibríes y los murciélagos, o bien estacional, como en la hibernación de los osos o la estivación de las lombrices.

...

Los colibríes, sí. Pero las lombrices... Ay, humanitas!

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"Otro" punto de vista. Aviados estamos. Será el gris húmedo de la tierra hoy en la Bética. (Del cielo, quise decir.)

Impedimentos para el viaje

No sé dónde vamos a ir, si no podemos escapar de nuestra sombra...

Llevo demasiados prejuicios conmigo. Es la legalidad a la que yo me someto, de la que no sé salir. Tampoco sé si quiero, pues no me interesa conocer otros lugares. Bastante tengo con el mío y su ocupante. Pienso que nunca podré viajar, que no me merece la pena. No creo en nada...

2 de marzo de 2009

¿Mens sana?

Se acabará aceptando un punto de vista cilmatológico-fisiológico (sol + aire + ejercicio) acerca de la existencia. Se terminará por considerar que Platón tenía toda la razón al iniciar la educación básica por la gimnasia y por la música, por aquello que es del cuerpo antes que de Apolo. La carne domesticada, pero que en el trabajo físico encuentra su goce, no segrega estas ideas tóxicas: de no ser nada en privado, de verse obligado a ocultarse en lo público y de querer huir siempre. Empezando por uno mismo. De uno mismo, de su miseria ultracristiana.

Ajeno

Dos apuntes acerca del barojiano El árbol de la ciencia:

a) la espesura de la argumentación filosófica del intermezzo de la novela, que sirve a Andrés Hurtado/P. B. para derivar muy ¿impropiamente? el positivismo lógico (algo así; con un toque ¿pretendido? de relativismo einsteiniano) del kantismo,

b) una estupenda explicación del cainismo hispánico, dada en y con la descripción de Alcolea del Campo, el pueblo fingido en el que Andrés Hurtado desarrolla sus primicias de médico. Ocurre que en el lugar, en la irónicamente dicha ciudad y grande, cada uno ha ido a lo suyo, a la defensa más pedestre de sus intereses, y que ese egoísmo reptiliano ha causado la ruina de todos, estoicamente aceptada. Les falta la razón común de Heráclito: se comportan igual que idiotas, incapaces de justicia y bien común. Gente de aquí, señalaría alguno.










(Un programa autoficcional en la Introducción a Pessoa por sí mismo, en la Antología de Alvaro de Campos, Edit. Nacional, 1984, p. 22)







(Del final de la Introducción a Pessoa por sí mismo, en la Antología de Alvaro de Campos, Edit. Nacional, 1984, p. 35)

Ignacio Carrión de beata vita (anotación del 1 de marzo)---

Nada de los Diarios de S. Márai (los anteriores a 1984) en ningún idioma que yo pueda manejar mínimamente. En húngaro sí, pero lo llevo bastante mal. ¿Naplo = Diarios? Recordemos el "gavagai" (conejo) de Quine.

1 de marzo de 2009

Polimatías? Ya!

El colugo volador malayo, un bicho interesante y ancestral del que sé por el último National Geographic (en el reportaje sobre el honesto Alfred Russel Wallace).

El árbol de la ciencia, sive la universal crueldad... Post it: buscar el primer tomo de las Memorias. Pos sí!

Sobredosis de Anton Reixa y Os Resentidos... (= plena garantía de absoluto entontecimiento).

Panic Attack.

¿Temblarán los fundamentos de Polonia? (At. M.-Barça) Ubi est Messi?
Horror! Lo del fútbol es de antiteodicea, un asco. Pánico: sequedad de boca, angustia, cuatro puntos...

=

Anda que tengo yo la cabeza buena!

Sobre von Chamisso: el negativo del doble ...

... , los seres demediados

Convencido de que la sombra perdida ha de ser interpretada por cada cual, que cada cual pone allí (su hipótesis) lo que lleva dentro. La lectura es un viaje y cada uno se las apaña particularmente…

Ni la introd. de Thomas Mann (encontrable en la trad. de Anaya, disponible en scribd), genérica sobre la vida y obra de von Chamisso, y aplicada en particular al Peter Schlemihl, ni lo que dice Hermann Hesse en sus escritos sobre literatura (Alianza ed.) me sirven a mí de aclaración interpretativa. Pues mi interpretación es no tener ninguna…

Apatridia, errancia, indefinición incluso lingüística (de Von Chamisso; pero también de cualquier ser humano, y más en el siglo XX), etc. Sí. Pérdida de la respetabilidad, de la fama, del nombre. También. Los actos de uno que no restan en uno, la huella que se pierde: el humo se desvanece. No queda memoria: el agua se evapora y no desaparece, se transforma. ¿De qué le sirven al alma sus transformaciones? Esa disolución de la forma mortal en materia disponible…

En la reseña de la trad. francesa de José Corti ed. se menciona la obra de Kafka. Naturalmente. Los personajes de Gogol, algunos personajes y obras de Gogol, podríamos añadir. El Bartleby melvilliano, igualmente. Los seres ingenuos y desgraciados del encantador y alienado Robert Walser, asimismo. Todos los seres, no sabríamos determinar si todavía humanos, que se las ven en circunstancias que no son del día, en tiempos y espacios paralelos. Se diría de ficción, si no se mercadeara tanto con el término…
Alarguemos la lista, que la obra sigue abierta…

Termino este texto...

... terrible, los Diarios, 1984-1989, de S. Márai: el día a día de la disolución de la existencia y de la escritura. Mejor, el abandono progresivo de ésta, aun en la forma diarística; como si la notaría de la vida acreditara no solamente con lo que se dice (aquello que se consigna, por escrito) sino, sobre todo, con lo que no se va diciendo (escribiendo). Pues falta voluntad. Ps. quedamos a la espera de la publicación de las entregas anteriores de los Diarios del escritor húngaro, que tendrán que ser testimonios de una vitalidad todavía no abandonada. Entiendo que los Diarios prolongan sus dos textos autobiográficos (Confesiones de un burgués y Tierra, tierra!).

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Comienzo de la lectura de (un volumen de) los Diarios de un autor que siempre me resultó antipático: Ernst Jünger. El título: Pasados los setenta, 1965-1970 (Tusquets).

Notas de lectura en el blog de E. Sánchez Bravo.