... ese Dios contemplaría el terrorífico Tiempo como una bella sinfonía; lo percibiría como endomingándose ante un espejo y se experimentaría dichoso y rotundo a sí mismo.
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Viendo que en la página de rtve (los programas de radio enlazados) aparecen de nuevo, en Radio Clásica, los Grandes Ciclos (aunque realmente no sé si se habían ido, no soy un asiduo asiduo), me doy cuenta, para mí y mis asuntos, de que el tiempo no ha pasado en balde. (Hace tan poco que grabé los programas de lieder de Schubert, con la voz extraordinaria de Janet Baker!)
Mejor: ha pasado para lo que ha pasado, para que yo me dé cuenta del transcurso, sin otras consecuencias que cierta habilidad para el sufrimiento que he mejorado mucho últimamente. La conciencia sirve también para la demolición metódica, y ni siquiera aparece la culpa por ningún lado. Los hechos. La realidad que va arrumbando cascotes.
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