2 de marzo de 2009

¿Mens sana?

Se acabará aceptando un punto de vista cilmatológico-fisiológico (sol + aire + ejercicio) acerca de la existencia. Se terminará por considerar que Platón tenía toda la razón al iniciar la educación básica por la gimnasia y por la música, por aquello que es del cuerpo antes que de Apolo. La carne domesticada, pero que en el trabajo físico encuentra su goce, no segrega estas ideas tóxicas: de no ser nada en privado, de verse obligado a ocultarse en lo público y de querer huir siempre. Empezando por uno mismo. De uno mismo, de su miseria ultracristiana.

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