A estas alturas de cansancio y de tedio, nos decimos, que otro dispute el objeto no pone en marcha ningún viaje. Nos apartamos y que vaya bien y con Dios...
Esto de la antimímesis lo aprendimos en Pavese, El oficio de vivir, en el testimonio de un espíritu apodícticamente depresivo, fuente inagotable de juicios de igual calado. Todos ellos verdaderos.
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Nuestra escuela son libros que no se deben frecuentar.
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