... nuestra felicidad no habría de ser completa en un país tan avanzado. Beatitud llamo yo a este status de caída de los dioses, sustituidos por embriólogos de bata blanca inmaculada, formados en los mejores centros de investigación. BEATITUD se llama lo que nos prometen, y nosotros sin querer aceptarlo, llevando nuestra letrada protesta a trasmano total de la veleta epocal.
Lo oigo y no me lo creo.
***
Amargura te provocan hasta los nimios sucesos que por cualquier otro resbalarían, igual que si fuera el agua tibia o una brisa sin importancia. A ti cualquier cosa te desdice; las palabras te sustraen... ¿Por qué seremos tan poco hábiles? Tu agua es hielo y el viento es vaticinio de tormenta negra, de las que arraigan desde el interior...
Horas que pasan espesas, horas graves...
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